CAPÍTULO 32

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Cuando por fin la nave se alejaba del planeta, sentían como si su vida hubiera cambiado estando ahí. Pero aún quedaban cosas por resolver.

Sabine se dirigió a la cocina, dónde había escuchado que Ezra estaría mientras Zeb tomaba una ducha y se iba a dormir.

—Hey, te atrapé –señaló viendo cómo el chico se metía una bocanada de fruta a la boca.

—¿«Shabiñe»? –tragó lo que estaba comiendo, mientras la veía y limpiaba su boca.

—Jajaja, pareces asustado –se burló mientras dejaba que la puerta se cerrara detrás de ella. Se acercó al fregadero y se recargó–. Quiero saber.

—¿Qué quieres saber?

—Allá el tipo ese dijo algo sobre un trato, ya que estamos en la nave, quería preguntarte ahora. ¿Qué trato hiciste?

—Nada importante, mira, puede que ya no estemos allá, pero lo que te dije cuando me preguntaste la primera vez es cierto.

—¿Todo lo que dijiste? –quiso decir que hasta los insultos, ésta vez estaba tranquila, no quería enojarse, quizá estaba un poco preocupada por la respuesta.

—...No. No todo, lamento haberte dicho todo eso, me pareció injusto que quisieras saberlo todo y tú nunca dijeras nada. Nunca te juzgué, ni un día, desde que llegué. Aún así, deberías saber que no haría nada que los perjudique.

—Pero nunca me juzgaste porque... te gustaba. ¿No?

Ambos se quedaron en silencio, Ezra se sonrojó, no es que alguna vez intentara ocultarlo, Sabine se sonrojó también, estaba a punto de confesar algo, sin embargo él habló primero.

—Eso... debió incomodarte mucho, lo siento.

—Quizá en un inicio, pero ahora...

—No volverá a pasar –interrumpe el chico casi sin escuchar lo que ella decía.

Ambos se sorprendieron de lo que dijo el otro.

—¿Qué... quisiste decir? –Sabine interrogó acercándose a él para encararlo.

—Ya no... pienso que sienta lo mismo. Admito que fue mi error, y no es por nada que hicieras, pero me siento diferente a antes y... bueno, lo siento. Aunque no sé por qué me disculpo, nunca llegamos a nada y me gusta que seamos amigos.

—¿Ésto es por Iara, no?

—¿Quién es Iara? –preocupado la mira a los ojos– ¿Es alguien a quien conocieron mientras estaba inconsciente o antes del accidente? Creo que... ya lo mencionaste alguna vez.

Sabine no supo qué responder, había dejado su orgullo para preguntarle por primera vez después de que sus sentimientos cambiaran y ésta es su respuesta ahora. Su respuesta la hizo pensar que quizá él ya había cambiado sus sentimientos antes de que Iara llegara a su vida o que estaban destinados a cambiar con o sin Iara.

—Ya veo... Olvídalo, no es importante quién es Iara. También... me alegra que dejemos eso claro. Ya no te aguantaba, era tedioso tener que lidiar con tus constantes coqueteos. No sabes lo molesto que era... no romperte la cara cada vez que te me acercabas.

—... Sí, debiste... sufrir mucho -sonrió con toda la fuerza que pudo para que no pareciera forzada, dejando la fruta en el cesto de basura, después se fue.

Sabine se dió cuenta del peso de sus palabras, pero ver al chico así de desanimado la preocupó, a pesar de que sus sentimientos por él habían crecido, tendría que apagarlos ahora que estaban tan cerca.

Star Wars Rebels: La nueva historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora