Traición con muerte se paga.

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Mi mamá y hermana... sus cuerpos sin vida están aquí, enfrente de mí. No pude hacer nada, ni siquiera lo intenté. ¿Lo peor? Fue culpa de éste puto trabajo.
Dí lo mejor de mí para intentar no dar información sobre mi familia. Pero es imposible, tuve que hacerlo al entrar a Los Vaqueros. ¿Quién pudo haberle dicho a Graves sobre ello?Rudy y Alejandro no, imposible.

Las lágrimas empezaron a caer de mi rostro desconsoladamente. Los policías pudieron darse cuenta que eran mis familiares y me dejaron desquitarme conmigo misma.
Emily, lamento no haberte podido llevar al altar para tu boda como te prometí cuando eras pequeña.
Mamá, lamento haberte abandonado por irme a cumplir mi capricho de poder llevar una arma en mis manos. Al final lo logré, pero a cambio me quitaron a mi familia... a ustedes.

No puedo ver y mi mente comienza a dar vueltas. Me estoy mareando...

000 – Rudy.

Fui siguiendo a ___ hasta verla llorar por la muerte de al parecer su hermana y mamá. Cayó al suelo e inmediatamente fui hacia ella.
Se desmayó por todos los sentimientos que está experimentando a la misma vez... pobre de mi carnala. Es una buena mujer. Seguro ahorita solamente está pensando en que fue su culpa todo ésto.
Nos vamos a vengar de Graves, ___. Te lo prometo.

Varios médicos me ayudaron a llevarla de vuelta a la camioneta con Ghost. Él no preguntó nada al verla. ¿Cómo es posible que la curiosidad no le gane? La subimos y empezamos a manejar hacia la base.

000

Desperté en una cama, algo sofocada. Varias luces alumbran directamente hacia mis ojos y los cerré rápidamente para luego volver a abrirlos con lentitud.
Alejandro está a mi lado, puedo oler su aroma... así que no fue un sueño. Emily y mamá en serio murieron por culpa mía.

Puto Graves. Él y todo su grupo de pendejos va a morir a manos mías. Me encargaré de que así sea.

– Despertaste, chula. Rodolfo nos contó todo. – Alejandro.

Al pararme un poco y poner mi espalda en el respaldo de la cama pude darme cuenta que en realidad todos están ahí. Alejandro, Rodolfo, Soap y Ghost.

– Price y Gaz fueron a buscar información sobre Graves. Creemos saber dónde se encuentra. – Soap.

– Quiero ir por él yo misma. –

– ... Todos queremos matar a Graves ahora mismo. Pero tenemos que ser pacientes. – Ghost.

– Descansa, ___. Tus ojos están irritados. – Rudy.

Salieron del cuarto, dejándome sola.
Siento mis ojos más pequeños de lo normal, me duelen. Lloré unos pocos minutos, pero al parecer fueron suficientes para casi hacerme dejar de ver.

Pasaron 2 días hasta que por fin me pude poner de pie.
Cambié mi ropa, intentando ponerme la ropa más civil posible. Me puse una sudadera que tapa mi rostro y cabello.
Salí de la base. Todos me vieron, ninguno me detuvo. Supongo que saben lo que voy a hacer.
Mi madre siempre fue muy católica, seguro le hubiera gustado tener un velorio con pan, café y rezo... lastimosamente no puedo hacer eso, pero puedo ir a sus entierros. Alejandro me dijo que él y Rodolfo se encargaron de organizar todo.

Llegué al panteón del lugar. Mucha gente está del lado de los dos ataúdes. Mi familia siempre fue amable y querida por los vecinos; es por ello que tanta gente.
Me quedé observando desde lo lejos. No puedo ir por mucho que quiera. Empezarían a preguntarme quién soy y porqué estoy ahí.
Las lágrimas ya no pueden salir, al parecer me las gasté todas en los dos días de aislamiento.
Cuando la gente comenzó a salir del panteón, me fui primero.

Decidida en mi próximo movimiento, entré sin miedo alguno a la base.

– Vayamos por Graves. –

Casi sentí una diminuta sonrisa de Ghost, y estoy segura que Soap también la sintió, pues volteó hacia Ghost mientras alzaba una ceja.

– Está por Las Almas, intentando perdernos el rastro. – Ghost.

– ¿Qué esperamos? Quiero a ese cabrón para mí sola. –

Recargué todas mis armas y me puse mi uniforme táctico, los demás hicieron lo mismo. No tardamos casi nada en estar listos; todos decididos a lo difícil pero glorioso que se va a sentir deshacernos de un traidor.
No sólo asesinó a mi madre y hermana, también le quitó varias bases a Los Vaqueros e intentó matar a la 1-4-1.

Fuimos en varias Jeep polarizadas y blindadas. Evitamos tráfico, yéndonos por lugares de atajo y prohibidos. Por lo mismo pudimos llegar rápido.
Todos bajamos de las camionetas para luego sacar nuestras armas y adentrarnos a la base:
Ghost ocupó un corta cadenas para romper la cerradura y darnos permiso para entrar.
Inmediatamente entramos comenzaron a dispararnos.

– Nos estaban esperando. – Ghost.

– Lo sé... disparen con todo. – Alejandro.

Gastamos todos nuestros cargadores contra los Shadow. Dejé uno de ellos vivo a propósito para luego tomarlo del cuello y pegarlo contra la pared.

– ¿Dónde está Graves? –

– ¡n-no lo sé! – Shadow.

Puse mi pistola en su miembro, viéndolo a los ojos mientras lo hacía.

– ¿Seguro? –

El Shadow tembló y luego señaló hacia las escaleras. A éstos pendejos les importa más reproducirse que su jefe.
Quité la pistola, dirigiéndome a las escaleras. Pude escudar que Ghost le disparó al Shadow de todas formas.

Subí con mi pistola apuntando hacia el pasillo, esperando cualquier descuido de Graves. Me adentré y se cerró la puerta atrás de mí, dejándome a mí sola en el pasillo.

– Sal, mierda. ¿O solamente matas a familias inocentes? – grité.

Graves salió con un cuchillo en la mano. Lo aventó en mi dirección y tiró mi pistola lejos de mí.

– Luchemos... sin armas. – Graves.

Graves se cubrió el rostro mientras en una de sus manos posa un cuchillo militar.

– No tienes el honor de usar ese cuchillo. –

– Tú menos... dejas a tu base por cualquier que se te pone. – Graves.

– ¡No sabes una mierda! – Tomé el cuchillo que anteriormente me aventó y me aventé hacia Graves.

Estuvimos esquivando y atacando durante varios minutos hasta que él me pudo pasar el cuchillo por el abdomen, haciendo una herida profunda.
Me toqué el abdomen, pero rápidamente recobré mis sentidos y seguí atacando.

Ví una roca grande en el suelo e intenté echar a Graves hacia atrás para que éste se tropezara con ella, lográndolo.
Me subí a él y lo desarmé.

– Debiste escuchar los gritos de piedad de tu mamá y el llanto de tu hermana. – Graves.

– Eres un pendejo. Eran personas inocentes. –

– ¿Sabes lo mejor? Murieron pensando que las traicionaste. Les envié tus saludos. – Graves

No pude olvidar darle un rodillazo en sus partes íntimas.

– Soy Survivor... y yo no olvido. – Clavé el cuchillo en el pecho de Graves con todas mis fuerzas repetidas ocasiones. Mi rostro se salpicó de su sangre casi de inmediato.

Pude parar unos segundos después.
Me puse de pie y le di una patada al cuerpo de Graves, ahora sin vida.
La diferencia de mi familia y él, es que él no tendrá personas que lo entierren. Solamente verá el cuchillo con el que lo asesiné durante toda su vida en el infierno.

Algo más allá. | Call Of Duty / Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora