Un sueño

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Beth se encontraba en una calle llena de gente, como una típica avenida neoyorquina salvo que parecía que ahí se encontraba todo el mundo, caras que jamás había visto, gente con rasgos típicos de regiones que ella jamás había visitado, parecía que nadie la veía, se abría paso entre la multitud sin que esta se inmutara mientras gritaba con todas sus fuerzas un nombre que jamás había pronunciado "Bruno". Ella sabía que lo estaba buscando, sabía que le hacía falta y que lo único que tenía que hacer era encontrarlo, ese era el propósito pero ella ni siquiera sabía a quién estaba buscando, tampoco conocía la razón de su exhaustiva búsqueda, solo conocía su nombre.

Mientras corría y empujaba gente escuchó su nombre "Elizabeth", lo gritaba una voz masculina no muy grave, sino más bien algo melodiosa. Beth reaccionó de inmediato gritando más fuerte, la calle parecía infinita pero la voz cada vez se oía más cerca y de repente lo vio. Al parecer era Bruno, el chico que estaba buscando, Beth se quedó atónita pero no por eso paró de correr hasta que lo tuvo de frente, él parecía igual de confundido que ella, vestía unos pantalones de mezclilla y una playera roja que le quedaba suelta, tenía el cabello revuelto y ondulado, no era muy alto, su piel era morena y sus ojos oscuros y no muy grandes, tenía un poco de barba y eso lo hacía parecer mayor pero lo que sorprendió a Beth fue su sonrisa, tenía los dientes perfectamente alineados aunque sus colmillos sobresalían un poco, era de esas sonrisas que te hacían sentir que tú eras la causante de esa ella.

Bruno llevaba buscándola mucho tiempo, parecía que iba a estar eternamente en esa calle pero al tenerla enfrente su primer impulso fue abrazarla mientras susurraba su nombre.

Parecía que eso iba a durar eternamente, mientras los brazos de Bruno apretaban su cuerpo ella recargaba su rostro en su pecho. Parecía que ese era el lugar al que siempre había pertenecido, como si nunca hubiera estado segura de qué necesitaba hasta ese momento.


Beth se levantó sobresaltada y palpó el lado izquierdo de su cama, como si esperara que ahí hubiera alguien, a pesar de que ella siempre dormía sola. No podía creer lo que había soñado, normalmente soñaba con la gente que conocía o situaciones por las que había pasado pero ese sueño era completamente distinto, pero al fin y al cabo eso era eso, solo un sueño.

Salió de la cama sin dejar de pensar en aquel chico, ¿lo conocía? no realmente, no conocía a alguien con ese nombre y ella era buena para recordar nombres y caras, a pesar de eso ella no sentía que el chico fuera un desconocido.

Se convenció de que lo que había soñado no era nada especial. La gente sueña cosas extrañas todo el tiempo. Se dijo.

Su rutina siguió como siempre, fue a la preparatoria en metro, donde era imposible entrar y aún más imposible encontrar un asiento, asistió a clases pero no podía dejar de ver esa sonrisa, se sentía como una estúpida, era obvio que el chico era agraciado porque su mente lo había creado, aunque ahora que lo pensaba él no era nada el tipo de chico que físicamente le atraía, aún así solo era un "producto de su imaginación".

Beth no era al parecer ningún tipo de chica, no era muy antisocial, tenía amigos y le gustaba salir pero tampoco era de esas chicas con millones de conocidos, chicos detrás de ellas y miles de opciones para salir todos los viernes, ella era algo común aunque ella misma jamás se hubiera denominado así, le gustaba conocer nuevas personas pero aún así prefería estar con las ya conocidas prefería la comodidad de sus amigos que establecer nuevas relaciones, podía hablar por horas o estar demasiado callada, podía ser extraña y repeler a la gente o al contrario, todo dependía de con quién estuviera, podía ser extremadamente divertida o extremadamente apática. Nunca sintió que buscara algo o que le faltara algo pues era independiente y segura de si misma pero ahora sentía un hueco extraño dentro de sí.

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2015 ⏰

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