Capítulo 14

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El agarre de Khun No sobre su brazo era firme al igual que cada paso que daba, había cierta intención de querer sacarlo cuánto antes de la mansión de la segunda familia. Pete lo sabía, la prisa de su jefe como su irritación por no encontrar a Arm en su camioneta con Pol lo evidenciaban. Debía alegrarse por volver, por nuevamente encontrarse con sus compañeros y retomar su leal servicio a la primera familia. Mas no sentía emoción alguna, su mente se estancó en el enfrentamiento de Khun Vegas contra Khun Kinn, el cómo ambos alfas alzaban sus armas en duelo por el mismo omega.

Pete suspiró, las máscaras que solía usar se mezclaban entre sí y le juraban exponerlo. Porque sentía cómo una gran ola lo golpeaba sin cesar, haciendo que caiga y que cuando trata de levantarse, otra vez lo golpea. Quiere ahogarlo, sumirlo entre la decepción por haber fallado en la misión de cuidar de Porsche y la vergonzosa tristeza por haber permitido que su tonto omega se creyera especial para alguien -como él.

Estar sujetado de Khun No lo regresaba a su realidad, a esa en donde era un simple guardaespaldas cuya vida le pertenecía al primogénito de Khun Korn. No era para nada especial, no ameritaba el riesgo que traía esa supuesta promesa de Khun Vegas. Esperaba que el alfa dominante lo haya entendido, que verdaderamente cuide de él y deje a su vez el afán por ir detrás de Porsche. Su confundido corazón estaba seguro en querer a Khun Vegas lejos de la primera familia, que procurara más de su vida y desistiera -porque tenía a Khun Macao detrás.

— ¡Aish, Pete! ¡Entra ya! —La voz de Khun No lo sacó del trance, le hizo dar cuenta que estaban frente a la camioneta y que había permanecido inmóvil. Tenía la puerta abierta y a su jefe dentro, mientras que Pol y Arm lo miraban suplicantes.

Pete quiso poder entenderlos, mas se limitó a girarse instintivamente hacia la derecha -hacia donde lo dejó. Su lado cruelmente racional le remarcaba lo tonto que era por volver a ceder antes las esperanzas de su omega interior; total, le debiese bastar el duelo entre ambos alfas dominantes para aceptar que cada palabra y acción hecha por él fue tal vez parte de un plan. Pero estaba ese necio corazón suyo tirando hacía él, sollozando por tener que dejarlo a él y a Khun Macao. Que lo hizo, lo buscó y lo encontró aún apoyado en su motocicleta.

No tardaron en cruzar sus miradas, en que Khun Vegas se levantara de la motocicleta y se decidiera avanzar hasta él.

Sus pasos se veían igual de firmes y apresurados, Pete supo que había cometido un error. Uno que su omega interior celebraba y él regañaba. No quería que sea Khun No el que estuviera detrás de Khun Vegas, tenía suficiente con lidiar con Khun Kinn. Así que, se adentró en la camioneta, permitió que Khun No volviera a sujetar su brazo con fuerza. Bajó la cabeza, impidiéndose ver cómo el alfa dominante se detuvo en seco y apretó sus puños -aferrándose a su pañuelo.

Esa era su manera de protegerlo, "¿Khun Vegas podría aceptarla?".

— ¡Vámonos ya, Pol! —Gritó un recién llegado Porsche, el recesivo trató de ocultar las lágrimas que resbalaban por sus mejillas. Se recostó en el hombro de Pete, tomó su mano a sabiendas que el dominante no cuestionaría. Ni siquiera ante el hecho de que sintiera ese lado de su hombro. Pete suspiró, dirigió su mirada hacia Khun No y silenciosamente le pidió a su jefe no inquietar a su compañero.

Khun No accedió, suponiendo lo que entristecía al recesivo. Se guardó su enojo por imitar a Porsche, ya le reclamaría a su hermano lo que sucedió. Ahora solo quería volver a casa, sentirse nuevamente seguro. Mientras que Porsche deseaba que su corazón dejase de sufrir, que la desconfianza de Kinn dejara de lastimarlo. El recesivo se pegó más a Pete, sus lágrimas brotaron doblemente y su lobo se sintió acogido por el tranquilizante aroma a lavanda.

Ambos omegas se sostuvieron cómodamente en los hombros de Pete, se refugiaron en el dominante. Lo necesitaban para calmar sus inquietos corazón, el suyo podría esperar.

Choose us, Pete! [VEGASPETE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora