Capítulo 9

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El resto de la semana se me pasa volando y llega el viernes en un pestañeo. No sé si aquello es bueno o malo. Lo único que sé es que no falta nada para mi cita con Nicholas y conforme pasan los días mis nervios crecen exponencialmente.

Para el final de mi última clase me dispongo a guardar los apuntes en mi bolso y veo como un compañero se acerca a mi asiento con las manos en los bolsillos y una sonrisa amable.

-¿Charlotte? ¿Te acuerdas de mí?

Levanto el rostro y veo a Liam de pie y con expresión serena. Tiene el cabello alborotado y viste un conjunto deportivo oscuro que contrasta con su piel blanca. Huele a colonia y a jabón, y sus ojos me estudian con curiosidad.

-Por supuesto que me acuerdo de ti, Liam -respondo intentando suprimir la vergüenza y me levanto con mi cartera colgada al hombro-. ¿Cómo estás?

No espero su respuesta y empiezo a caminar hasta la puerta del salón. Todavía recuerdo el beso que nos dimos y lo rápido que había aceptado irme con él sin pensármelo dos veces. En otro momento no me hubiera sentido mal, pero por culpa de Matt lo había dejado plantado y lo único que quería hacer era desaparecer de la faz de la tierra. El joven toma su mochila del suelo y se pone a tiro con mi andar ligero.

-Me preguntaba si podía hablar contigo.

-Por supuesto -digo y camino más despacio para que llegue a mi lado-. ¿Qué ocurre?

Miro de reojo a Liam y se rasca la cabeza con incomodidad. Parece nervioso así que decido quedarme completamente quieta y me apoyo sobre una de las paredes del pasillo para que el resto de los estudiantes pasen sin que nosotros estorbemos en el medio.

-Quería pedirte perdón por mi comportamiento en la fiesta del otro día.

-Oh... -logro balbucear, de todas las cosas ésa era la última que esperaba-. ¿Por qué tienes que pedirme perdón?

-Por besarte y por... Bueno... Ya sabes... Insinuarte algo más...

-¿Lamentas besarme? -digo sintiendo culpa.

-¡No! ¡No! No quise decir eso -se excusa rápidamente y cierra los ojos por su manera de expresarse-. Me considero una persona bastante segura de sí misma pero aquella noche mi confianza estaba por las nubes gracias al alcohol. No me arrepiento de besarte, simplemente...

El joven hace una pausa y levanto una ceja esperando que termine su oración. Pero mientras hago eso veo por el rabillo de mis ojos a Nicholas cruzando el pasillo. Su mirada se topa con la mía y frunce el entrecejo cuando observa la proximidad con la que Liam me está hablando.

-No mentía cuando te dije que desde el año pasado tenía los ojos puestos en ti. Supongo que esperaba ir más despacio y no sonar como un imbécil cuando quise acostarme contigo.

Nicholas escucha aquello y deja de caminar. Luego saca una carpeta y hace de cuenta que la está leyendo. ¿De verdad, señor Kent? No lo consideraba una persona chismosa.

-Entiendo -respondo y ahora soy yo la que se rasca la cabeza-. Yo tampoco lamento lo del beso, de hecho lo disfruté bastante. Pero si soy sincera el alcohol también surtió el mismo efecto en mí.

-Lo sé, no pareces de las aventureras.

-¿Tengo que tomar eso como un cumplido?

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