13.𝐿𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑖𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑒́

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Mi lugar seguro y en paz es la universidad, tuve la suerte de que Jiseo no viniera a clases. Sinceramente no tengo ganas de pensar en lo que sucedió la noche anterior.

Noche anterior...

Hay otro problema llamado: Kim Taehyun. Si, mi mejor amigo y vecino, deduzco que los sonidos un tanto potentes del baño me generaron inconscientemente un sueño húmedo con el nombrado. Sueños que no experimento desde yace unos meses, fue un sueño concreto que me dejó desorientada al despertar y ver el lío en mis sábanas. Y piernas...

Una completa vergüenza. La ducha me esperaba en ese entonces.

Mis nervios se intensificaron al leer un mensaje del causante de mi problema mañanero. Mensaje que envío en plena madrugada y no escuché.

Bella escuchaste algo? Se que estuviste en el baño, lo siento.

Quería exiliarme del planeta. ¡Él me había escuchado del otro lado del baño! Ya no se como mirarlo a los ojos después de tal bochorno, primero que sabe que estuve ahí, segundo el sueño fogoso que deseo eliminar de mi cabeza. Tercero y el peor de todos; mi descubrimiento de su no homosexualidad que le cree yo misma.

Gracias al cielo no envió más mensajes en lo que quedó del día.

De todos modos tengo que volver a mi domicilio, las clases terminaron para mi mala suerte. Y volveré a ver ese hermoso rostro bronceado burlón.

Muerdo mis uñas completamente nerviosa, ideando una disculpa. ¿De qué modo puedo decirle que siempre pensé que era gay? No, mejor no. Él me dejara de hablar, en mi mente se refleja su rostro frío y sin expresión. No es necesario decirle aquello, nuestra amistad no cambiaría.

—Bella te encargo dos muffins de arándanos para mañana. —Él profesor Min hace el ademán de darme dos billetes y al verme aleja la mano—. Perdón, si es que tienes tiempo para hacerlo.

Tomo el dinero y le sonrío forzosamente. Mierda, mi rostro debe ser completamente moribundo por las ojeras oscuras que traigo culpa de la noche agitada.

—¡Por supuesto, no tengo problema! Nos vemos luego, profesor Min...

Saludo con una reverencia habitual antes de salir por las puertas de la universidad, el clima es demasiado húmedo. Creí que el invierno estaría cerca pero al parecer me equivoque, echo un vistazo a las personas que caminan o ríen mi alrededor, hay veces que me tomo un tiempo pensando porque no hice amistades femeninas en la universidad.

En el instituto de Busan, en mi adolescencia, fue fácil. Recuerdo a mis tres únicas amigas, éramos cuatro hasta que nos convertimos en cinco gracias a Jin Ho. Este último fue el motivo por el que ellas se alejaron.

Haneul una pelinegra de tez bronceada me dijo:

Eres una perra, a mi me gustaba Jin Ho.

Mi amiga que comenzó a juntarse con otro grupo, la que decidió burlarse de nuestra relación. Sunhee la siguió, me lo esperaba. Ellas eran mejores amigas desde preescolar.

Y la última, Eunji la que pensé que nunca se alejaría:

Desde que eres novia de Park ya no nos hablas, ya no quiero estar detrás de ti como una sombra.

Fue como si un balde de agua fría cayera sobre mi. Sombra. Esa palabra me siguió todo el año. Pasando las ultimas clases del año totalmente sola pero con la compañía de Jin Ho.

Ahí lo descubrí, algunas mujeres no parecen ser lo que dicen ser. ¿Envidia? ¿Falta de amor propio? No lo sé...

Lo que se es que yo no haría y no hare lo mismo, nunca lo haré para ponerme en el lugar de ellas. Lamento que hayan mujeres así y ojalá puedan cambiar, entender el mal que hacen y que esto no trata de una pelea sobre quién es mejor. No somos perfectas pero podemos lograrlo si se trabaja en ello.

𝑇𝑟𝑖𝑝𝑙𝑒 𝑂 | 𝚁𝙴𝚃𝚁𝙾𝚄𝚅𝙰𝙸𝙻𝙻𝙴𝚂 𝙸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora