Diego me dió un susto de muerte cuando dió un salto de la cama y salió escopeteado, buscando su ropa. Ese día llegó tarde al trabajo, pero antes de irse, mientras yo estaba aún en la cama desnuda, él se había parado, me había guiñado un ojo y me había dicho con voz seductora que teníamos que repetir.La verdad es que yo también quiero.
Puedo decir que ha sido con el único que he llegado al orgasmo. Sentirlo venir y dejarlo ir y que él siguiera el ritmo y no lo cambiara para que yo llegase fue... Toqué el cielo con mis manos ayer.
Sus dedos hacían magia y me tocaron justo donde tenían que tocar.
Increíble.
Salgo del estudio cuando termino la sesión y voy a comprar algo de comer porque he quedado con Kika. También compro una botella de vino porque hará falta para contar las novedades.
Diego y yo no hemos hablado en unos cuantos días y creo que debería hablarle, ¿no? No siempre tiene que hablarme él, aunque fui la última que habló si no recuerdo mal.
Tampoco quiero ser pesada, claro.
— ¡Cuéntamelo todo! —Dice entrando en casa con una botella de vino en la mano.
— Te dije que había comprado vino.
— Sabes que no habrá suficiente con una. ¿Qué estás cocinando?
— Arroz con pollo y miel.
— Oh, me encanta, aunque intenta no pasarte con la salsa de soja esta vez.
Le saco la lengua y vuelvo a la cocina. Kika saca dos copas de vino y coge la botella que está en el frigorífico para servirnos.
— Ya estoy lista, habla.
— Me acosté con Diego cómo te dije y...
— ¿Y llegaste?
— Sí.
Ella lo celebra con su puño y sonrió.
— Ya era hora, pensé que ibas a morir sin saber lo que era un orgasmo.
— No por mi culpa —me encojo de hombros— Supongo que no he dado con alguien que sepa, imagino.
— Los hombres solo se preocupan de si mismos. Y bien, ¿Cómo la tiene? He visto sus fotos y si no lleva calcetín...
— La tiene como te la esperas.
— ¿Está en el top 1 de penes que has visto y probado?
— Si.
— Joder, qué bien. Me alegro que te lo pasaras bien, chica. ¿Quieres algo con él?
— No, no —muevo el arroz— Es más, lo aclaramos antes de acostarnos. Yo aún tengo que superar mucho para poder entrar en algo.
— Oh vamos —bufa.
Tengo miedo de que me fallen de nuevo y tengo miedo de volver a estar en la friend zone, por lo que si tengo solo sexo con Diego, mejor. No estoy preparada para otra decepción.
— A veces es un poco imposible no enamorarse.
— No me voy a enamorar de Diego, Kika. Ahora mismo estoy bien y eso es una gran señal.
— ¿Habéis hablado después de ese día?
— No —arrugo mi nariz—, no hemos hablado. ¿Crees que le gustó? A lo mejor no le gustó.
— ¿Qué? No seas tonta. Bebe —me da mi copa de vino y le doy un trago— Estás pensando demasiado. Háblale a ver qué te dice.
— A lo mejor no quiere volver a quedar conmigo y solo va a ser una noche.
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[Saga West] INEFABLE #2 (ALBA)
Teen FictionDesde Texas a Santa Mónica. Dispuesto a vivir un verano lleno de aventuras, Diego West cogió sus maletas y se fue donde siempre brilla el sol y las estrellas te ciegan.