❪ 𝟐𝟕 ❫

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CAPÍTULO VEINTISIETE | VIAJE A TAIWÁN PARTE 1 !

EMMA



Convencer a mi padre del viaje ha sido una de las cosas más difíciles en la vida. Por la enorme distancia, por la Universidad, por sus miedos paternales normalmente entendibles y un sinfín de cosas más, y hey, que sé que soy mayor de edad y todo eso, pero apenas con dieciocho años y viviendo bajo su mismo techo hay cosas que debo todavía conversarlas con él, pero para eso estaba Anna al rescate quién le habló y le dijo que no iría con cualquier persona, sino con los chicos y su equipo altamente capacitado para asistirnos en el caso de que pasara cualquier cosa. Por lo que finalmente accedió y creo que nunca fui tan feliz.

Estaba muy emocionada. Conocer partes del mundo ha sido un sueño desde muy pequeña y poder cumplirlo junto a ellos era más que perfecto. Recorrer la ciudad, aprender de la cultura, comer nuevas comidas, ver paisajes... era muy idílico y no podía esperar para estar allí.

Las faltas en la Universidad me importaban poco, no voy a mentir. No sería más de una semana y un viaje como esos no se repetiría a menudo, por lo que debía aprovechar la oportunidad. Claro que cuando les conté a Malcolm y a Hannah me quedaron mirando como si fueron una puta subnormal, y pues normal, si un día vengo y les digo hey, me voy a Taiwán por unos días luego regreso. Porque literal fue así y aunque mi amiga dijo que estaba demente, me prometió que me pasaría los apuntes para no atrasarme.

¿Ven que me quiere? No lo decía pero lo demostraba con pequeños gestos que valoraba mucho.

El tema de armar la maleta fue algo complejo ya que por mí, me llevaba todo el ropero. Por si hace frío. Por si hace calor. Por si salimos. Por si no salimos. El pijama. Por si las dudas esto. Por si las dudas lo otro. Y cuando quise cerrarla pues, evidentemente, no lo logré así que busqué maneras de llevar la maleta abierta y que no me robaran nada en el proceso. Broma. Broma. Pero ahí vino, otra vez, Anna al rescate y me ayudó a seleccionar algunas prendas que si o si debía llevar, y me enseñó una buena forma para doblarlas y que ocuparan menos espacio. Incluso entró la cámara que me prestó, dijo que quería fotos de absolutamente todo y como gracias a ella voy, no puedo desobedecer.

Con Lexi las cosas seguían bien. Estuvimos charlando un poco más, y me prometió que cuando volviera de viaje esperaba estar mejor y haber pensado en frío todo aquello que necesitaba hablar. No podía imaginarme que era lo que tanto le atormentaba y porque le daba tanta inseguridad decírmelo, pero mientras menos piense en eso mejor. Debía darle tiempo.

— ¿Ya estás lista, cariño? —papá tocó mi puerta suavemente antes de pasar y observarnos. Anna terminaba de guardar mi kit de objetos personales con esas cosas indispensables que seguro me harían falta—. Menos mal que no es ni una semana, eh.

— Mejor que sobre y no que falte —contesté con gracia, elevando mis hombros provocando su risa. Eran apenas las cuatro y media de la mañana, debíamos salir para el aeropuerto porque a las siete saldría el jet de los chicos.

Porque claro, no solo era mi primera vez en avión, sino que mi primera vez en un jet privado.

— Lo que voy a extrañarte —pronunció, sacudiendo mi cabello. Sabe cuánto odio eso porque me arruinaba el peinado siempre, pero como estaba melancólico no le dije nada.

— Bueno, bueno. Nada de tristezas ahora —aplaudió Anna, con una enorme sonrisa en su rostro—. Debemos emprender viaje si no queremos llegar tarde.

shameless ;  ❪   tom kaulitz.   ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora