Amor En Pocas Palabras

6. Lan Zhan (3)

Desde que llegó al instituto había escuchado los murmullos de las chicas que se encargan de esparcir la "información" por todo el instituto, si bien eso a él no le interesa no pudo evitar escuchar que el instituto había sido comprado por alguien que se hacia llamar "Yiling Laozu"; mientras no le molestará estaría más que bien.

Todo instaba a salir bien ese día, Xue Yang le había dado una paliza pero sin la necesidad de lanzarle líquido o comida; era bueno porque se había olvidado de guardar la muda de emergencia en su mochila, también todo hubiera salido a la perfección si no fuera por el chico Wei Ying quien se acercó junto a sus amigos que parecían más bien sus guardaespaldas.

— Bienvenido, señorito Lan.

La señora de la cafetería le sonrió agradable, como siempre por decirlo así; le dió la especialidad de la cafetería ese día y le dió una porción de carne extra, estaba confundido, sí, pero igual se la comió.

Sabía que no había pagado tanto la mensualidad para la comida en la cafetería, su padre le había dicho a su hermano que se aguantará; ya que no había aportado nada a la casa no tenía derecho de exigir algo como los alimentos del instituto.

Se sentó en la única mesa vacía dónde siempre se sentaba a comer solo, le hubiera Sido agradable comer solo si no fuera porque el tal Wei Ying llegó junto a sus amigos.

— Lan Zhan. ¿Te gusta la carne?

Asintió.

— ¿Eres Lan Wang Ji? — esta vez habló Huai Sang.

Asintió.

— Cállense y déjenlo comer en paz. — Jiang Cheng regaño a sus amigos curiosos.

Terminó rápido y se fue de la mesa, tenía que leer un poco antes de su prueba de matemáticas.

[...]

Wang Ji llegó a su salón y vio que estaba todo manchado con marcadores permanentes, soltó un suspiro; estaba seguro que su profesor lo regañaría y así fué, lo saco del aula con el libro de la clase para que se aprendiera un poema y luego lo recitara.

— Oh, pero si es el muñeco de nieve, Lan Wang Ji.

Una chica de dos grados superior a él se acercó, posó su mano en el hombro de Wang Ji y la deslizó tocando su pecho y luego su rostro; se acercó a él intentando besarlo pero Wang Ji apartó su rostro.

— ¿Te resistes? — clavó sus uñas en los brazos de Wang Ji.

Una mueca de dolor apareció en su rostro, la chica sonrió satisfecha y se alejó de ahí

Ansiaba que este día terminará rápido, muy rápido; ya la estaba pasando lo suficientemente mal para cuando apareció Su She en el pasillo.

Se preguntaba que pasaba este día, porque le estaba yendo tan jodidamente mal; ¿Acaso era una prueba de Dios? Deseaba que todo acabará o que esas personas desaparecieran del instituto.

Pasaron 15 minutos y Wang Ji fue llamado para entrar a clases y recitar el poema, debido a su condición no dijo nada; el maestro furioso le dió con la regla 20 golpes en las piernas.

Sin duda alguna, ese colegio era una porquería.

¿Qué educación tranquila y segura? Quizás el infierno sería más seguro que ese lugar.

[...]

Después de escaparse de Wei Ying y ser interceptado por los dos guachimanes del autoproclamado "amigo" lo arrastraron a la enfermería dónde Wei Ying y una chica estaban presentes y esperándolo.

— Lan Zhan, ella es Wen Qing. Es una prima lejana mía y es aprendiz de mi madre, ella tratara tus heridas ¿Sí? Se que eres valiente ¿Pero puedes aguantar un poco más?

Asintió.

Jiang Cheng y Huai Sang cerraron la puerta dejando a otros dos haciendo guardia en la puerta de la enfermería por si algún docente se asomaba.

Es obvio que dudo, pero ¿De que le servía a él avergonzarse por las heridas en su cuerpo? Solo eran eso, castigos por ser un completo inútil inservible.

— Por la vírgen... — Wen Qing exclamó.

Wang Ji vio que Wei Ying cerro sus puños con tanta fuerza que se habían vuelto blancas.

— ¿Esto lo hizo Xue Yang? — Huai Sang veía eso aterrado, no pensó que ese tipo fuera una bestia.

Wang Ji se sentía expuesto, no quería que sintieran lastima; pero observo la mirada que intercambiaron Jiang Cheng y Wei Wu Xian.

— Ya vuelvo, Wei Wu Xian. ¿Me das las órdenes por el móvil? — el mencionado asintió.

Jiang Cheng salió de la enfermería no sin antes darle palmadas de apoyo a Wang Ji.

Pasaron varios minutos cuando finalmente sus heridas fueron limpiadas y desinfectadas por Wen Qing, el dolor había disminuido un poco gracias a los analgésicos.

[...]

Llegó a su casa y esta vez nadie lo recibió, ni siquiera su Nana quien siempre le daba la bienvenida; se sintió abandonado cuando llegó a su habitación. Al parecer no había nadie en casa, de repente unos pasos se escucharon en el pasillo y se detuvieron justo frente a la puerta de su habitación.

— ¿Wang Ji, podemos hablar? — la señora Yan, su madrastra, entro después de decir eso.

Dió cinco pasos hasta estar frente a Wang Ji y luego impactar su mano en la mejilla del menor, le dió una bofetada, pero la pregunta era. ¿Por qué le dió una bofetada?