Seremos los siguientes (Traducción)

Capítulo 1

"Esta noche nos convertimos en una familia más de lo que ya éramos. Nunca he estado más orgulloso de mis amigos y camaradas. Poder estar aquí, con todos ustedes, y celebrar el matrimonio de Youm y Mjurran. Me conociste y... bueno, para ser honesto, fuiste grosero la primera vez que hablamos, ahora que lo pienso... AHEM— de todos modos, Mjurran, el día que literalmente te rompí el corazón y lo reemplacé con el que tenía. hecho, eras uno de nosotros. La mujer que obtuvo su libertad en aquel entonces se ha convertido en una gran persona. Estoy realmente agradecido de haberlos conocido a ambos. ¡Brindemos por los recién casados! Rimuru levantó su taza por encima de su cabeza, felicitando a un radiante Youm y a una llorosa Mjurran. Rimuru asintió con la cabeza hacia sus dos amigos, se alejó del podio y bajó las escaleras.
Todos se detuvieron y se apiñaron hacia los nuevos novios.

Rimuru se abrió paso entre la multitud, recordando cómo era tener una pareja. No es que conociera la experiencia de primera mano. Después de todo, su muerte virgen fue la responsable de Rafael. Lo cual a la larga fue algo bueno. Además, técnicamente estaba en una forma andrógina. Podía hacer genitales, sólo que no tenía sentido. No tenía sentimientos especialmente fuertes hacia ninguno de los monstruos femeninos o humanas de la ciudad, y no se sentía atraído por los hombres. Eso dejaba muy poco con qué trabajar.
"Ahhhh, no pensemos en la pérdida de mi verdadero depredador..." Suspiró, dejando su vaso sobre la mesa cercana. De todos modos no podía emborracharse. Usó la conciencia espacial para confirmar que nadie lo estaba buscando expresamente. Confirmando que estaba despejado, se dirigió al camino sinuoso que había recorrido, que conducía a la colina que consideraba su lugar privado. Todos lo respetaban y sabían que no subes allí cuando él sube a la colina a menos que te traiga con él.

Bueno, excepto Veldora. Veldora realmente no entendía por qué él y su mejor amigo deberían tener todo este tipo de reglas. Cada uno de ellos era parte el uno del otro. ¿Por qué no deberían estar juntos para siempre?
Veldora notó a Rimuru en su forma de limo, usando camuflaje para subir la colina. Por supuesto que podía ver a través de él. ¿Quién pensaste que era?
Inmediatamente bebió el alcohol afrutado que quedaba en su taza y se dirigió tras su más querido amigo.

Rimuru se sentó en la colina. Las estrellas eran brillantes, estaba solo, y probablemente lo estaría durante el resto de su vida de limo. Suspiró y acercó las rodillas al pecho, envolviéndolas con el brazo y hundiendo la cabeza en ellas. Ahhhh, esto apesta, pensó, no puede ser más solitario que... "Rimuru, ¿estás llorando?" La fuerte voz de Veldora atravesó su corazón, sobresaltándolo y haciéndolo chillar: "¡Veldora! ¿No puedes acercarte sigilosamente a la gente? ¿Y por qué estás aquí y no disfrutas de la fiesta?". Suspiró cuando el dragón se dejó caer en el suelo junto a él y se estiró. Rimuru miró fijamente a su amigo, notando cómo su cabello rubio parecía reflejarse en la luz de la luna. Cayó de espaldas apoyando la cabeza en sus brazos. En ese momento Veldora habló.
"Rimuru, ¿quieres casarte?"
Rimuru se congeló y luego se relajó de nuevo. "Quería..." Él respondió suavemente. Después de todo, estaba siendo honesto. No podía mentirle a su mejor amigo.
"Cuando... cuando era humano..." comenzó a decir, apenas más que un susurro, "tenía la esperanza de conseguir una novia, casarme con ella, sentar cabeza y tener algunos hijos... y luego cumplí veintitantos años, y todavía estaba solo. Y luego también terminé solo durante los siguientes 10 años. Luego morí y te conocí. Así que supongo que diría que no, en esta vida no lo he hecho". Terminó de hablar y levantó una mano para agarrar las estrellas.
Veldora habló después de un momento de silencio.
"Ambos empezamos un poco solos, ¿no?" La voz de Veldora fue arrastrada por el viento.
Miró hacia las estrellas. No eran tan brillantes como el chico de cabello azul, pensó mientras miraba a Rimuru.
El cabello suelto de su cuidada trenza se arremolinaba alrededor de su delicado rostro.
Lanzándose hacia atrás, se recostó de espaldas al lado del niño más pequeño.
Después de un rato, Veldora habló en voz baja: "Rimuru, casémonos". Su voz estaba mezclada con una fuerte determinación.
Rimuru guardó silencio por un momento. ¿Qué demonios? El pensó.
Pero no parece que ODIO la idea... de hecho, pienso...
"¿Por qué querrías casarte conmigo? No soy muy bueno hablando. Y siempre estoy muy nervioso. Yo también—"
"Porque te amo Rimuru." Veldora dijo simplemente.
Rimuru se echó a reír, con tanta fuerza que se le llenaron los ojos de lágrimas, haciendo que sus largas pestañas rubias parecieran húmedas y adorables.
El hombre rubio frunció el ceño mientras se sentaba para mirar al pequeño limo.
"Veldora, ¿sabes siquiera lo que acabas de decir?"
"Por supuesto que sí." Veldora frunció el ceño una vez más, sus cejas se estrecharon con molestia.
"El amor es cuando te entregas a alguien en cuerpo y alma. Leí sobre esto en los cómics y vi los programas cuando estaba dentro de ti".
Rimuru reprimió una risa. Definitivamente no es así como dices eso, pero no tengo el corazón para decírselo.
"Veldora, sabes que tú y yo somos hombres, ¿verdad?" Levantó una ceja ante el todavía molesto dragón.
"¿¡¿Qué tiene eso que ver con esto?!?" Preguntó Veldora, la confusión se apoderó de su expresión facial.
Rimuru se quedó sin palabras. ¿Cómo explico esto sin parecer un fanático?
"Veldora. Tradicionalmente, un hombre y una mujer estaban juntos con el fin de crear descendencia. Entonces, si un varón y un varón van juntos, no podría haber hijos. Así que tradicionalmente no tendría sentido. Además, no me amas de la forma en que nos casaríamos..." Rimuru no se dio cuenta de lo suavemente que había susurrado, sin que él lo supiera.
Ay, siento una opresión en el pecho.
Suspiró y se pellizcó el puente de la nariz.
"De todos modos, Veldora, estar casado es pasar el resto de tu vida con alguien, y apoyarlo y cuidarlo todo el tiempo. Ya sea que haya peleas o enojo o tristeza. ¿No quieres experimentar eso? Eso es el amor". Él susurró. Por alguna razón, su pecho se apretó aún más al pensar en eso.
Se agarró el pecho y respiró hondo para recuperar la mente.
Justo cuando estaba a punto de continuar su discurso, Veldora lo interrumpió:
"¿Quién dijo que no deseo pasar el resto de mi vida contigo? No creo que haya nadie más que tú con quien me gustaría estar al lado por el resto de mi vida".
Rimuru se quedó helado. Sentía como si su corazón fuera a estallar.
"Lo que sea que estés pensando, Rimuru, es mucho más que eso. Tú fuiste quien me encontró y me salvó. Desde el momento en que grabamos nuestras almas el uno en el otro, fuiste el único ante mis ojos. El hecho de poder estar a tu lado en persona ahora siempre ha sido lo que he querido. Creo que sé cómo me siento cuando te digo que te amo". El hombre bronceado giró la cabeza y se puso de mal humor.
Los dos hombres dicen en silencio hasta que finalmente Rimuru habló. "Veldora..." se sonrojó bajo la luz de la luna, haciéndolo lucir especialmente delicado. "¿Estás... estás seguro de que me amas? ¿De ese modo? Me prometes..?" .Habló en voz baja, colocándose en formación con las piernas cruzadas frente a su amigo.
Su piel de porcelana parecía brillar bajo la luz de la luna.
Los brazos de jade levantan la tienda de niebla, una fragancia viva llena de color, fue todo lo que Veldora pudo pensar, mientras lo miraba.
Absorbió la apariencia de Rimuru. Sus brazos, de manos delicadas, sostenían largos dedos. Su cabello comenzaba a deshacerse, dejándolo luciendo inocente y encantador. Sus grandes y brillantes ojos color ámbar brillaban con esperanza y amor. En ese momento, el corazón de Veldora estaba oficialmente en manos de Rimuru.
Levantó al niño más pequeño y lo miró con cariño. Luego se arrodilló.
"Rimuru Tempest. Mi vida empezó cuando te conocí. No hay nadie en el mundo entero, éste y el próximo, a quien amaré además de ti. Te daré todo lo que pueda por el resto de nuestras vidas. Nunca volverás a estar solo".

Los ojos de Rimuru se llenaron de lágrimas mientras miraba a su mejor amigo, el que estaba seguro era su alma gemela.
"Veldora, ¿estás seguro...?"
"Rimuru, nunca antes había estado más seguro de algo".

Rimuru asintió con la cabeza. "Sí. Sí, me casaré contigo Veldora. Yo también te amo. ¡Vamos a casarnos!"
Abrazó a su nuevo prometido, que estaba a la altura de sus ojos.
Tomando su rostro entre sus manos, el pequeño limo besó a Veldora por completo, un acuerdo de ser suyo para siempre.
Radiante, Rimuru sacó dos pequeños anillos de oro.
Le entregó uno a Veldora.
"Solo para que todos sepan que eres mío. No quiero compartirte con nadie". Resopló, empezando a ser un poco posesivo.
Veldora soltó una carcajada, deslizando la banda en el dedo de Rimuru y luego el otro en el suyo.
"¡No te preocupes, Rimuru, seremos los siguientes! ¡Pero practiquemos para la noche de bodas!"
Y con eso saltó sobre Rimuru, lo derribó y le llenó la cara de besos.
Rimuru se rió mientras aceptaba En Seremos los siguientes.