Tokio-Night

Nero Soto

No sé si siempre fui así o si en verdad algo me marco..

A los cinco años cuando entré al mundo de los compañeros y amigos,el kinder un lugar donde los pequeños del hogar aprenden a ser amigables con otros niños..
Donde se hacen mejores amigas o incluso grupitos...

Pero yo?,..yo era diferente..
No quería ir pero aun así me obligaron a hacerlo,fue un infierno para mi,intentaban acercarse a mi pero yo los evitaba,pedía permiso para ir al baño solo para escapar de el salón y de la gente..
Había encontrado un lugar seguro allí,me sentía en paz y también feliz a algunos les parecerá extraño,pero así me sentía yo..

En cuarto grado los niños me miraban raro,incluso las niñas murmuraban cosas de mi pero no era algo que me molestará,al contrario me encantaba...
Ya que no se me acercaban,ni pensaban hacerlo,poco a poco me fui convirtiendo en un fantasma,ya nadie me veía ni me prestaba atención...
Cosa que a mi me ponía tan feliz,pero aun así me molestaba que la gente no parara de salir...

Me mude...
Nadie lo noto,solo mi familia y yo lo sabíamos,nos mudamos porque no encontraba amigos y mis padres estaban preocupados por eso..
Hasta creyeron que tenía autismo pero no es así,todo lo contrario..
Socializar me costaba un montón...

Mi primer año de secundaria fue el verdadero infierno..
Nos pusieron a hacer un trabajo en grupo,en GRUPO,odiaba a la profesora?,en estos momentos si..
Una chica llamada ámbar formaba parte de mi grupo,se estaba acercando a mi con los otros dos miembros...

Mi corazón se estaba empezando a acelerar,los nervios me empezaban a atacar,mi mirada estaba plasmada en el suelo y mis manos en mis bolsillos se hacían puños...

—Ho..la...—soltó la chica rubia con una sonrisa...

No podía ni hablar me sentía presionada,ahogada y mareada tal vez...

—Oye rara miranos.. —un chico moreno habló colocándose a mi lado derecho..

Rara?,ustedes son los raros que mierda..
Mi pecho subía y bajaba con algo de rapidez,sentía como sudor imaginario bajaba a través de mi frente..
Mis mejillas estaban rojas podía sentirlo..

—Estas bien?...—un chico pelinegro se agachó para quedar a mi altura..

Gire mi cabeza detenidamente hacía él,su rostro mostró confusión en cuanto miro el mío..
Se levantó y se apartó de mi camino,le agradecia por haberlo entendido de inmediato..
En cuanto el se apartó,casi corrí a cualquier lugar desolado..

En mi casa todo era diferente,me sentía más tranquila,la única amiga que tenía era mi hermana mayor..

—Todo bien con las personas?....—me preguntó parada en el marco de la puerta..

—No tienes idea de el terror que siento cuando se acercan...—le respondí sacándome un auricular..

—Tranquila solo tienes que decir que no te gustan las personas...—me dedicó una sonrisa y salió de mi habitación..

Ahora que tengo 16 años y estoy en este lugar de porquería,tuve que convivir o más bien tengo que hacerlo para salir de aquí..
Recuerdan a Soobin?,pues el hace todo lo posible para que seamos amigos pero simplemente no puedo hacerlo...

Espero que no se sienta mal...
Espero cambiar o tal vez que me cambie...
Para bien o para mal?...
Lo veremos más adelante...