Percy y Annabeth llegaron... algo a salvo a la Isla de Polifemo. Después de lidiar con Circe y algunas sirenas... no esperaban ver escapar una isla de monstruos que parecía un Caribe.
Una vez que Annabeth lo vio, respiró el aire dulce y dijo: "El Vellocino".
Percy asintió. Todavía no podía ver el Vellocino, pero podía sentir su poder. Podía creer que curaría cualquier cosa, incluso el árbol envenenado de Thalia. "Si lo quitamos, ¿morirá la isla?"
Annabeth negó con la cabeza. "Se desvanecerá. Volverá a ser lo que sería normalmente, sea lo que sea".
Percy se sintió un poco culpable por arruinar este paraíso, pero se recordó a sí mismo que no tenían elección. El Campamento Mestizo estaba en problemas. Y Tyson... Tyson todavía estaría con ellos si no fuera por esta búsqueda. Demonios, también lo haría Naruto... donde estaba.
En el prado al pie del barranco, varias docenas de ovejas se arremolinaban. Parecían bastante pacíficos, pero eran enormes, del tamaño de hipopótamos. Justo después de ellos había un camino que conducía a las colinas. En lo alto del camino, cerca del borde del cañón, estaba el enorme roble que había visto en sus sueños. Algo dorado brillaba en sus ramas.
"Esto es demasiado fácil", dijo Percy. "¿Podríamos caminar hasta allí y tomarlo?"
Los ojos de Annabeth se entrecerraron. "Se supone que hay un guardián. Un dragón o..."
Fue entonces cuando un ciervo emergió de los arbustos. Trotó hacia el prado, probablemente buscando pasto para comer, cuando todas las ovejas balaron a la vez y se abalanzaron sobre el animal. Sucedió tan rápido que el venado tropezó y se perdió en un mar de lana y cascos pisoteados.
Hierba y mechones de piel volaron por el aire.
Un segundo después, todas las ovejas se alejaron, de vuelta a sus habituales andares pacíficos. Donde había estado el ciervo había un montón de huesos blancos y limpios.
Annabeth y Percy intercambiaron miradas.
"Son como pirañas", dijo.
Pirañas con lana. ¿Cómo vamos a...?
"¡Percy!" Annabeth jadeó, agarrando el brazo del semidiós masculino. "Mirar."
Señaló la playa, justo debajo del prado de ovejas, donde había encallado un pequeño bote... el otro bote salvavidas del CSS Birmingham. Y justo al lado había un cráter de tamaño humano con su amigo dentro.
"¡NARUTO!" Percy gritó en estado de shock antes de correr rápidamente hacia él.
Se las arreglaron para ponerse a ambos lados de él y lo sacudieron ligeramente. Sabían que si tenía algún hueso roto, ya se habría curado gracias a su factor de curación. Pero aún así, tenían que preguntarse qué lo puso en este cráter.
Naruto logró que se sentara mientras se despertaba lentamente. "Maldición... qué diablos me golpeó".
"Esperábamos que pudieras responder eso por nosotros, Naruto". declaró Annabeth.
Naruto parpadeó al escuchar su voz antes de mirar a los dos y sonreír. 'Bueno, me alegro de verlos vivos a los dos', dijo mientras sostenía el suyo antes de que sus ojos se abrieran como platos. '¡MIERDA! ¡POLIFEMO LAS TIENE!"
"¿Qué?" comenzó Percy, sin creerlo. Incluso Annabeth parecía escéptica, pero era posible... por supuesto, la chica probablemente pateaba y gritaba. "¿Hablas en serio?"
"Sí, y es por él que estoy en este cráter". Naruto dijo antes de que una sonrisa malvada apareciera en su rostro. "Ese tipo ya está ciego... me pregunto qué le haría un rasengan en el ojo".
