LA FIESTA DE JENNIE

89 14 0
                                    


-...pero nunca lo encontró, es tan ridículo... -Jonghyun se detuvo a medio paso al mirar a la multitud de chicos que salían dando empujones de mi pequeño departamento. Todos cargados de comida, licor, globos y plumas de colores.

-Esto no esta pasando -aseguré-, esto no esta malditamente pasando.

Jonghyun chasqueó la lengua, señaló mi apartamento y asintió. -Eso está pasando.

Lo fulminé con la mirada antes de entrar.

El lugar era una locura. Estaba lleno de globos, vasos rojos desechables, plumas en cadenas y una ridícula sección de cabina para fotos y disfraces "toma y lleva" que definitivamente iba a costarme un mes entero de salario.

Una fiesta juvenil... Mi pesadilla personal.

-¿Eso es un travesti? -señaló Jonghyun.

Tragué y asentí con la cabeza sin poder despegar la mirada de aquella perturbadora imagen. -Y esta bailándole a esa abuelita.

-¿Quién se llamó al elenco de Jersey Shore?

Lo miré. ¿Que otra persona en todo el mundo haría una fiesta como esa?

-¡Jennie!-llamé furioso. El departamento prestado del tío Siwon era como su santuario personal, hacer una fiesta mas no estaba en mis planes, no después de lo que pasó la ultima vez.

Localicé a Jennie entre la multitud bailando con un hombre vestido de policía, iba caminando hacia ella a paso decidido cuando el timbre de la puerta sonó sobre aquel alboroto y exploté. Bajo ninguna circunstancia iba a permitir que ningún otro ser humano entrara a hacer averíos a la machacada propiedad del tío Siwon.

Caminé hacía la puerta a paso decidido.

-No puedo creer que tu hermana hiciera una fiesta y no me invitara -murmuró Jonghyun detrás de mi. Era mi mejor amigo, pero a veces sentía el predominante impulso de arrastrar su cuerpo inerte por un pedregal.

Abrí la puerta dispuesto a correr a cualquier otro ser humano que intentara entrar a mi machacada propiedad.

-La fiesta se acabó. Vuelve a casa o voy a hacer que te comas tu...

Oh-oh.

Frente a mi se encontraba una especie de prófugo de la literatura moderna, un hombre alto, de cabellos castaños y desordenados que le daban la apariencia de haber interrumpido una ducha rápida para venir a silenciar a mi hermana. Sus pómulos definidos y marmoleados adornaban su mirada madura a la par de aquellos enormes ojos exóticos que parecían ser una mezcla entre el azul y el gris, pero extrañamente no llegaba a ser ningunode los dos en concreto.

-Que bueno que se termina, estaba comenzando a plantearme llamar a la policía -aseguró él.

Y esa voz... santa madre de mi mamá... y santa la madre de la mamá de mi mamá... esa voz gruesa y firme, era esa clase de voz que te eriza la piel a cada palabra, esa era sin duda la clase de voz que está acostumbrada a dominar al resto del mundo, una voz imponente que también posee un ápice de cordialidad.

-¿Nunca te callas?-susurró Jonghyun  negando con la cabeza antes de marcharse dejándome solo con el sujeto de ojos extraños.

-Lo siento, mi hermana... ella... bueno siempre... - di algo - no es que sea su culpa, ella no es así... bueno, antes no lo era pero a los 19 años le salieron hemorroides y desde entonces no es la misma -cerré los ojos con fuerza. No había dicho lo de las hemorrides de Jen de nuevo ¿Verdad? Bueno Dios, no permitas que abra la boca de nuevo.

El chico sonrio divertido y se dejó caer sobre el marco de la puerta.

-¡No quise decir eso! -aseguré- Yo solo... trataba de explicar... lo siento, la verdad es que no se cuando callarme. Cuando me pongo nervioso hablo sin pensar... no es que me pongas nervioso ni nada de eso, me pasa con todo el mundo, cuando tenía doce hice el discurso de graduación y vomité sobre mi madre... -abrí los ojos de golpe- No es que me la pase vomitando en publico.. y ni siquiera fue vomito real, solo algo de... baba...

Me obligué a cerrar la boca antes de que terminara hablándole de mi ultimo caso de diarrea a ese guapo desconocido quien, por cierto, juraría que luchaba por no partirse de la risa en mi cara.

-¿Qué quieres? -pregunté finalmente.

-Ah, si. Necesito trabajar mañana y sería bueno que terminaran con todo esto en otra parte.

-Lo siento, buscaré a Jen y esto terminará de inmediato, lo prometo.

-¡Wooh! -gritó la ancianita. El chico miró sobre mi hombro y frunció el ceño.

Cerré los ojos. Últimamente se estaba volviendo costumbre.-¡Lo siento!- Rió leve y asintiendo una sola vez con la cabeza, se marchó.

Suspiré y me dejé caer contra la puerta al cerrarla. Realmente no podía creer que le hubiese hablado de mi vomito y las hemorroides ya operadas de mi hermana. Aunque siendo justos había dicho cosas peores en circunstancias peores, como la vez que Jennie se comió los panes de la iglesia y se me escapó decirlo en la oración al pedirle a Dios que perdonara a mi hermana, en todo caso aquello había sido culpa de mi madre por obligar a un niño a dirigir una oración con un micrófono en un pódium con mas de 300 personas.

-¡POLICÍA! -gritó el modelo policía que ahora bailaba sobre el abdomen desnudo de mi hermana.

-Ya todos sabemos que eres policía, idiota -gruñó Jonghyun mordiendo una manzana.

-¡Policía de verdad!

De pronto, como si alguien hubiera activado un interruptor, los chicos corrieron hacia la salida que, dicho sea de paso, yo estaba obstruyendo. No pude evitar ser aplastado, pisado e insultado un par deveces por aquellos jóvenes desconocidos. Después de que todos corrieron a salvar su pellejo y me dejaron solo, logré ponerme de pie y caminar hacia el pasillo donde un policía ya me esperaba con el ceño fruncido y las esposas en la mano.

-¿Usted es el responsable de esta habitación? -preguntó con seriedad.

Miré sobre mi hombro y localicé a Jen quien ebria me suplicaba con señas bizarras que no la echara de cabeza. Jen iba a casarse con un político importante en unos meses y el ir a prisión no sería bueno para su matrimonio.

Suspiré. -Si -extendí mis manos hacia él- Tengo derecho a guardar silencio ¿Verdad?

Me miró confundido y asintió.

Y así fue como terminé en prisión.

Otra vez.

_________________

N/A: Hola gente :3 ¿Qué les parece? ¿Es bueno? ¿Apesta?

Perfecto Desastre [2min] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora