o1

6 3 1
                                    

12/08/17 Los Ángeles, California.

— Señor, está todo listo. — Anunció una linda muchacha de figura esbelta que ingresaba a la habitación.

— Perfecto. Muchas gracias por todo, Sunmi. — Respondió completamente agradecido, pero a la vez nervioso por lo que estaba a punto de hacer.

— ¿Está seguro de esto? — Preguntó con cierta curiosidad acerca de lo que pasaría después de que su jefe iniciara su gran viaje.

— Sí, no tengo; ni tendré arrepentimientos, te lo prometo. Estoy cansado de esta abrumadora monotonía. Desde que tengo memoria me ocupo de esta empresa y me encierro en estas malditas cuatro paredes a revisar documentos. — Dijo con notable molestia y cansancio; mientras alzaba sus brazos. Luego de bajarlos suspiró y dirigió su mirada a los ojos de su secretaria. — Así que lo haré, borraré mi existencia de la faz de la Tierra. Mis padres al fin serán felices, ¡es un día para celebrar! — Sunmi solo asintió mientras evitaba la mirada de Kim.

NamJoon se levantó de su incómoda silla y caminó hasta la puerta, pidiendo permiso a su secretaria, para luego salir de la habitación directo hasta el ascensor. Apretó el botón frente a él y espero pacientemente mientras observaba con detenimiento el reloj que portaba en su muñeca izquierda.

"Diez minutos, en diez minutos todo estará completamente listo".

Después de una larga espera, según NamJoon, las puertas frente a ellos se apartaron y dejaron ver un gran espejo en el que se vieron reflejados. Kim entro primero seguido de Sunmi, quien se encargó de presionar el botón del tercer subsuelo haciendo que la cabina se cierre y comience a descender.

— Supongo que será la última vez que nos veamos. — Dijo ella tratando de romper el silencio incomodo que se estaba formando.

— Sí. Lamento tener que hacerte pasar por todo esto.

— No hay problema, señor. Al final de todo esto prácticamente usted habrá desaparecido del mundo y yo no lo recordaré. — Respondió sonriendo y contagiando al más alto que imito su gesto.

El sonido que indicaba que el elevador había llegado al piso indicado anteriormente resonó en las paredes. Las puertas se abrieron y ambos salieron a paso rápido hasta la única puerta al final del corto callejón. Al abrirla entraron en una habitación con una mesa en el medio, en ella había un pequeño reloj programado para hacer que Kim cumpla su objetivo. Revisó nuevamente la hora.

"Ocho minutos".

— Llegamos. ¿Nervioso? Yo lo estaría, viajarás al pasado y prácticamente eliminarás tu existencia por completo, debes estar muy nervioso.

— ¿Cuándo te di la confianza para que te dirijas a mí de ese modo? — Preguntó enarcando una ceja. Al instante la castaña se tensó, algunas veces se le escapaba tutearlo y no había problema, pero por alguna razón ese día su jefe no andaba de buenas.

— Lo siento, no fue mi intención. — El fuerte sonido de una carcajada confundió en demasía a Sunmi.

— Tranquila, solo bromeo.

— Usted no es de bromear.

— Vamos, puedes tutearme. Ya no es necesario esto del exceso de respeto.

— Yo no podría hacer eso nunca, señor.

— Estoy seguro que no nos volveremos a ver, por una vez que me trates como amigo no se va a acabar el mundo. — Ella lo miró dudosa. — Vamos, hemos estado trabajando juntos por casi diez años, somos amigos ¿no?

— Si uste- tú lo quieres así yo estaría encantada de ser tu amiga. — Se sonrieron nuevamente, no pensaron que sería tan difícil despedirse.

Ambos se conocían de años, mucho antes de que Kim empiece a trabajar como sucesor en la empresa de su madre. Habían estudiado juntos desde primaria, e incluso ingresaron a la misma carrera en la misma universidad, ya que sus madres eran grandes amigas. Principalmente ellas tenían planeado que sus hijos se casen entre ellos y ambos manejen la empresa como pareja, pero a los dieciséis años NamJoon le confesó a su madre que era homosexual y no deseaba casarse con alguien a quien no amaba. La mujer se encontraba en shock, pero gracias a Sunmi que intervino en la conversación afirmando que eso no haría que la empresa cayera y que NamJoon se encargaría de ella como ya estaba planeado, la mujer solo se retiró a su habitación sin ánimos de querer seguir discutiendo. Así se mantuvo, sin dirigirle la palabra a su hijo y mandando a alguien más si es que necesitaba conversar con el urgentemente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 15, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Love in the FutureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora