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"Que suene una canción más lenta

que dure un poco más de la cuenta

Quiero disimular que aún no me sé tu nombre

Yo quiero conocerte como corresponde".

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El tiempo se detuvo justo cuando lo vio, ahí, en la pista de baile moviendo sus caderas al ritmo de la música, con las luces haciendo de él algo etéreo que hacía que sus ojos no se quisieran despegar de él. Chifuyu Matsuno, el chico más bonito que había visto en sus cortos 25 años de vida. Si, sabía su nombre porque lo había estado siguiendo las últimas semanas, bueno no siguiendo, eso sonaba muy acosador, y él no era un acosador para aclarar, si no que iba a la cafetería donde trabajaba el chico simplemente para verlo y admirar su belleza.

Se le quedó mirando un largo rato mientras sentía que todo a su alrededor desaparecía y solo existían él y la hermosa criatura bailando en la pista de baile con casi todas las luces enfocándolo para que todos vieran a ese ser y admiraran su hermosura.

– Baji, – Hablaron, pero él lo sintió como un llamado lejano. – ¿Keisuke? - Sintió un codazo para nada delicado y se tuvo que llevar su mano al costado izquierdo haciendo una mueca.

Su momento mágico termino con ese golpe, se volteo para ver a su mejor amigo que lo miraba con una ceja alzada, en una clara interrogación de por que no respondía a su llamado.

– ¿Qué sucede? – Pregunto, aún con su mano en sus costillas, su amigo era pequeño pero daba golpes bastante fuertes.

– No lo sé, tú dime. Te quedaste hechizado mirando la pista de baile, ¿a quien viste?

Lo miro con suspicacia, levantando las cejas viéndolo divertido. Era obvio a quien había visto y su amigo lo sabía, solo quería saberlo de sus labios y hacerlo sonrojar con solo decir el nombre del chico.

– A nadie. – Dijo y tomo un sorbo de su cerveza desviando la mirada hacía cualquier lugar que no fuera su amigo, dando con cierta persona de nuevo.

– Chifuyu Matsuno. – Hablo su amigo viendo cómo el chico de cabello rubio iba con otro por más bebidas a la barra.

Él solo lo vio caminar junto a ese chico que siempre iba por él a la cafetería después de su salida e irse juntos, ¿sería su novio? No, no podía serlo, aunque pensándolo bien, el rubio era alguien bastante atractivo, así que no le sorprendería que tuviera pareja.

– ¿Por qué no vas y lo conoces como corresponde? – Volteo a ver a su mejor amigo con los ojos abiertos de par en par, estaba loco si pensaba que iría a hacer el ridículo frente al lindo chico, por supuesto que no.

– Estoy bien con solo verlo desde lejos y admirar su bella existencia. – Su amigo entorno los ojos por lo cursi y tonto que sonó eso y le dio un sorbo a su propia cerveza.

Bien, tenía un buen punto y era que quería conocerlo como correspondía, es solo que, no quería hacer el ridículo frente a él.

En la barra el de ojos cían miro de reojo al chico que estaba sentado junto a otro, si , era el mismo que iba a la cafetería todos los días a la misma hora y se sentaba en el mismo lugar, no había duda.

– ¿Es él, cierto? – Su amigo a su lado pregunto desviando unos segundos la mirada al pelinegro sentado a unos metros lejos de ellos, él solo asintió.

– Vamos Baji, tú puedes. Solo ve y háblale. – Ánimo el rubio, y si no fuera porque tenía un poco de alcohol en su sistema se hubiera negado de nuevo, pero pensándolo bien, que más daba.

2:50 | BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora