La Herencia del Alfa~💙Hannor💙

*XII

Narra autora

Gavin aún no podía creer lo que le estaba pidiendo Hank.

-¿Es enserio?

-Completamente.- Dijo serio.

Acomodándose mejor en el sillón pasando sus manos por su cabello pensando que palabras decir contestó.

-Mira Hank, creo que esto ya llegó demasiado lejos .

-¿Perdón?

-No soy muy inteligente, pero se que tus celos no deberían involucrar a ese tipo en el caso.

-¡No son mis celos y no es por eso!

-¿Entonces porqué más? El no hizo nada malo. El sospechoso del baile se suicidó y el forense llegó a la conclusión de que era un fanático ¡Nada más!

Hank suspiro.

-No me estás entendiendo, lo que quiero pedirte es que lo observes por unos días.

-¿Para qué o qué?

-Para ver con qué clase de persona se está involucrado Connor y saber si es un buen pretendiente.

Gavin exclamó con sorpresa y entendimiento.

-Ohhh ya, bueno eso tiene más sentido.

-Ya que no tiene nada más que hacer, será tu trabajo por ahora.

-¿Y porque no lo haces tú?- Preguntó agobiado.

-Porque tengo mejores cosas que hacer, además no soy tan joven y activo como tu y estoy seguro que te interesará mucho saber la vida del consejero real.

Gavin gruño.

-No me pagan lo suficiente.- Exclamó agarrando la foto de la mesa retirándose de la oficina.

-Ahora, tengo que hablar con Connor.

*

Connor se encontraba en su habitación escribiendo cartas a su hermana contándole todo lo que había vivido en tan pocos días, omitiendo obviamente que su propio hermano estaba involucrado en una Revolución y él estaba en su búsqueda para ayudarle.

También le habló de Nines contando que resultó ser un muy buen pretendiente pero que no lo veía de forma romántica y ahora ellos dos solo eran buenos amigos.

Cuando terminó de escribir una larga carta, se estiró un poco en su silla para relajar su cuerpo.
De un momento a otro quiso salir un rato a pasear, en especial con Sumo que no había pasado tiempo con él desde hace días.

Parándose de su escritorio se dirigió a sus cajones para cambiarse la ropa a una más cómoda.

Comenzó a desvestirse lentamente primero de los zapatos y luego de la camisa, pero cuando estuvo a punto de quitarse los pantalones una persona entró a su habitación de manera repentina y sin tocar.

-Connor lamento entrar así, pero quería hablar contigo.

Era Hank y aún no había visto al muchacho en su situación, hasta que levantando la mirada lo vio casi desnudo.

Ambos se quedaron viendo el uno al otro en un silencio muy incómodo hasta que Connor reaccionó.

-¡Sr. ANDERSON!- Gritó sonrojándose violentamente, agarrando lo primero que encontró en la cama para taparse.

Hank estaba en shock había visto a Connor casi desnudo y lo peor de todo es que no lo vio bien.

Volteando su persona se tapo con ambas manos los ojos y se disculpó a más no poder, sintiendo el también un gran sonrojo creciendo en su rostro.