REJECTED. [Luke Hemmings /\ Michael Clifford 5SOS]

Capitulo 13

Capitulo 13

Riley

El discurso de Ariel nos sorprendió a todos. No esperaba que el motivo de su agobio fuera su madre. ¿Un psicólogo? Esa mujer si que necesitaba un psicólogo. Ariel no tenia ningún problema, no como para pensar que estaba loca. Lo se, lo se, un psicólogo no significa estar como una cabra, pero sin duda su madre pensaba que ella lo necesitaba porque es algo rebelde.
Conocía a Ariel a penas unas semanas, pero a mi ver, era una chica perfecta en el sentido de que había decidido hacer cada una de las cosas que deseaba y ella era feliz de esa manera. La envidiaba. Había pasado tanto tiempo en mi mundo de perfección, con padres trabajadores, notas sobre salientes. Quería emoción, quería vida, quería salir y gritarle al mundo que odiaba estar presa en una casa y al fin lo estaba haciendo. San Diego.
Aprovechando que los chicos estaban bajando las cosas del coche me acerqué a Ariel la cual estaba sentada en el sofá antigua de la casa mirando la chimenea apagada y pensativa.
-Hey, ¿Estas bien? Sabes que puedes contar conmigo para todo ¿no?. Se que todo esto es un poco loco. Una chica que conoces desde hace un par de semanas te pide que confíes en ella a pesar de que como ya he dicho... A penas la conoces.- me sente a su lado mientras ella apoyaba sus codos en sus piernas y colocaba su cabeza en los puños cerrados bajo su barbilla.
Me atreví a pasar una mano por su espalda y darle una caricia consoladora.
-Confió en ti Riley, no se,- se giró hacia mi- desde que llegaste todo es mas fácil, tengo una persona con la que contar que no sean esos dos idiotas de ahí fuera.- me dedico una sonrisa.- He tenido el movil en la mano varias veces pensando en llamarte, al fin y al cabo, eres mi mejor amiga.
Escuchar aquello de la boca de Ariel era increiblemente reconfortante. Nunca antes había tenido una amiga que me quisiese tan cerca a ella y estaba dispuesta a disfrutar de esa amistad al maximo.
Me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo.
-Ariel, todo va a salir bien, quiero que estés tranquila, me tienes aquí, por tiempo indefinido.- ella me sonrió y de nuevo agachó la mirada.
-Se que deberia estar preocupada por lo que estara pensando mi madre ahora, o por mi familia, pero ahora mismo, lo unico que me agobia es Michael, ¿que va a pensar de mi? Me dijo todo lo que sentia y yo sali corriendo. Sentira que no quiero estar con el dios soy... Soy una estupida.
-Mira Ariel,- la sonrei sabiendo que tenia razon en lo que iba a decir a continuacion- Michael solo quieres estar contigo, a pesar de todo te perdonó y en fue quien propuso venir a por ti. Igualmente deberías hablar con el... Se merece una explicacion en condiciones, y tu te mereces estar bien con el de nuevo.
Mas tarde cuando ya estaban los chicos en la casa le dije a Ariel que fuera a hablar en ese momento con Michael mientras Luke y yo ibamos a alquilar uns película para verla aquella noche todos juntos.
Caminamos un buen rato en silencio. De vez en cuando comentabamos la situación de Ariel y que todos estabamos preocupados por ella, ambos llegamos a la conclusión de que si ella necesitaba espacio y alejarse de La Jolla la apoyariamos, pero no la dejariamos sola, por lo que pasariamos en esa casa un tiempo. Pronto empece a darme cuenta de que a pesar de estar cansada de mi monotematica vida, mis padres no habian sido maños conmigo, iban a preocuparse, y pasarlo mal, comencé a agobiarme cln aquello.
-Tienes mala cara- dijo luke una vez fuera de la tienda.
- estoy... Preocupada...- le mire y de seguido agache la cabeza- no quoero tampoco que mis padres se suban por las paredes a cuenta de esto ¿sabes? No se lo merecen ...
- Mandales un mensaje diciendoles que esta noche estas estudiando en casa de una compañera y que te vas a quedar ahi a dormir. Mañana ya pensaremos algo preciosa.
Tenia sentido, al menos por esta noche no se preocuparian, y mi agobio me afojo un poco ese nudo que tenia en la boca del estomago.
Llegamos a casa y vi a Ariel abrazada a Michael en el sofa mientras el le acariciaba su pelo morado.
-Cariño ya estoy en casa- grito Luke.
-Cielo, no te esperaba tan pronto -bromeo Michael.
-Ya vale maricas, -dijo Ariel- ¿que peli habeis cogido?
-"The Notebook"- dije riendo.
-¿¡QUE!?- Se quejo Michael.
-Tranqui tio, no la he dejado, pero casi la coge.- comentó Luke.- Hemos llegado a un punto intermedio: tios buenos para ellas, accion para nosotros, Los vengadores.
Mire a Ariel, sabia que lo ibamos a gritar a la vez.
-¡THOOOR!- Comenzamos ambas a reir.
-Bah pero que decis, si yo estoy mas bueno que ese - dijo Michael, todos comenzamos a reir.
Vimos agusto la pelicula mientras cenabamos Pizza barbacoa. Ariel y michael se fueron a la cama y yo no tarde en seguirles dejando a Luke viendo la tele abajo. Entre en el que iba a ser mi cuarto temporalmente. Me meti a la cama y podia ver por el reloj digital de la mesilla como pasaban las horas y no podia dormir, la preocupacion por mis padres seguia ahi, ¿que podia hacer? No queria dañarles.
Me levante de la cama y me puse unos pantalones cortos para complementar la camiseta extragrande que ya tenia puesta para dormir. Baje las escaleras y sali al jardin
Las 3 de la mañana. Me atrevi a acercarme hasta la valla decidida a salir.
-¿el Angelito se escapa? Que rapido le han crecido las alas.- sonrisa hemmings ironico como siempre hablo tras de mi. Me gire y le vi, ahi apoyado contra el marco de la puerta de la casa, sin camiseta. Estaba oscuro pero la luna iluminaba lo suficiente como para percibir esa malevola sonrisa, estaba tremendamente sexy.
-Dios Luke, me has asustado.
-¿Donde crees que vas?
-Solo iba a dar un paseo, no... No puedo dormir.
Entro a la casa y salio rapido con una sudadera y unas vans en los pies. En su mano traía las llaves del coche.
-Vamos a dar un paseo juntos, ¿te parece? - dijo abriendome gentilmente la pierta del coche.- al fin y al cabo, yo tampoco puedo dormir.
Condujo durante media hora hasta la playa mas proxims de San Diego. La estampa era impresionante. La luna iluminando el mar y el pequeño muelle que habia, de igual manera tiñendo de azul la arena.
-Princesa- me ofrecio su mano para salir del coche.- no hay mejor lugar para pasear.
La arena estaba fria. El viento agitaba mi camiseta haciendo que se erizara mi piel pero era una sensacion agradable. Caminamos durante veinte minutos hasta que finalmente llegamos al muelle.
-Deberiamos volver ya ¿no crees?- le dije al rubio.
-cinco minutos mas.- dijo como un niño. A veces podia llegar a ser tierno.
Me apoye en uno de los pilares del muelle que se erguía sobre nosotros.
-Estoy cansada y tengo frio Luke, es muy bonito pero no quiero ponerme enferma.- el saco esa media sonrisa suya.
-Eso podemos arreglarlo preciosa.
Comenzo a acarcarse a mi hasta que finalmente me acorralo contra el poste. Se acercaba, sabia que pretendia, lo de la pista de motocross habia sido un juego perp no sabia si queria seguir jugando. Puse mis manos sobre su pecho para alejarle, le tenis a menos de un palmo de distancia, podia sentir su respiracion cada vez mas agitada. Agarro mis manos y las puso sobre mi cabeza hasta que volvio a repetir su jugada. Se lanzo a por mi cuello haciendo que soltara un gemido ahogado. Bajo una de las mano para ponerla en mi cintura y solté uns de las mias para colocarla sobre su hombro cuando volvio a subirmela con la mano que tenia libre. Un escalofrio recorrio mi cuerpo cuando despues de dejsr un camino de besos por mi cuello llego a la oreja y susurró:
-No las bajes.
Comenzo a acariciar debilmente mis costados hasta finalmente colocar sus manos en mi cintura. Su aliento en mi cuello me enloquecia, de pronto agarro uns de mis ñiernas u la elevó a la altura de su cintura. Esto se me hacia familiar. Cuando acabo de jugar en el cuello se separo de mi y se dispuso a decif slgo ingenioso como de costumbre, pero mis brazos no aguantaron mas ahi arriba. Le agarre del cuello tomando el control, pose mis labios con agresividad sobre los suyos, tan solo unas horas, unas horas desde que nos besamos por primera vez, pero ya necesitaba volver a sentir sus labios besarme de esa manera tan apasionada.
Nuestros labios se compenetraron y comenzaron a bailar una danza ritmica y coordinada. Nuestras lenguas no tardaron en unirse a la danza. Mordio varias veces mis labios mientras yo tiraba de su pelo suavemente. Finalmente nos separamls en busca de aire.
- ¿Frio?- esa sonrisa otra vez. Mordi mi labio.
-oh, callate Hemmings
-Sabes que te vuelvo loca, soy irresistible.- dijo con un tono chulesco.
-Si... Y sin embargo tienes todo lo que nunca he buscado en un hombre...