¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Amo! ¡Amo! —Seokjin gritó mientras corría por el pasillo tras Namjoon. Estaba tan emocionado. Tenía algo especial que mostrarle a su dueño. Había estado trabajando muy duro en ello, y el nuevo tutor que Jimin había contratado para él, le había dicho que había hecho un trabajo excelente.
Namjoon se detuvo en lo alto de las escaleras y se volvió, sonriéndole. Ahora siempre estaba sonriendo alrededor de Seokjin. El chico sintió que había ayudado a su Amo ver las cosas buenas en la vida de Namjoon, porque ciertamente no había sonreído antes de que él llegara.
—¿Qué tienes ahí, Seokjin?
Él agitó el papel en la mano antes de entregárselo —es para ti.
—¿Ah? —Namjoon arqueó una ceja y luego miró el pequeño dibujo que Seokjin había hecho en la clase de arte. Estaba muy orgulloso de eso. Había estado trabajando en él durante un semana entera. Bueno, no en el dibujo. Eso le había tomado solo algunas horas, pero las palabras que había escrito, le habían llevado una semana llegar a la perfección—. Esto es maravilloso Seokjin.
El jovencito sonrió y se balanceó sobre sus pies de un lado a otro mientras su dueño miraba la imagen en la que había trabajado tan duro. La euforia que sentía por la alabanza de Namjoon hizo que Seokjin se sintiera como si pudiera flotar hasta el techo.
—¿Puedo quedármelo? —preguntó Namjoon.
—Sí, lo he hecho para ti. ¿Ves? —Seokjin señaló las dos figuras en el centro de la imagen. Estaban agarrados de las manos, y sus nombres estaban por encima de cada una de sus cabezas. —Este eres tú y este soy yo.
—Tu dibujo es realmente excelente, Seokjin.
La sonrisa del chico se amplió.
—Pero creo que me gustan más las palabras. Tu caligrafía está mejorando mucho. Muy pronto, serás capaz de escribir frases enteras.
Seokjin se mordió el labio inferior, rumiando en ello con nerviosismo. Tenía otro pedazo de papel en el bolsillo, uno con una frase en la que había trabajado mucho, pero tenía miedo de mostrársela a Namjoon. Si a su Amo no le gustaba lo que había escrito quedaría devastado.
Por otro lado quería que Namjoon estuviera orgulloso de él. Había estado aprendiendo a escribir frases y quería mostrárselo a su Amo.
Namjoon había sido tan comprensivo acerca de las cosas que Seokjin no sabía, y había un montón de ellas. Nunca perdió la paciencia, y siempre lo alababa cuando lo hacía bien, incluso lo alentaba cuando se frustraba.
Tal vez...
—Um, creo que he estado aprendiendo a escribir frases, Amo.
Namjoon arqueó una ceja mientras desviaba la mirada desde el papel en la mano a Seokjin. —¿Eh?