硕珍的乐趣² [ NamJin ]

T R E C E

Namjoon estaba lívido. No podía recordar haber estado tan cabreado o tan preocupado. Seokjin estaba desaparecido, secuestrado, y no tenía ni idea de lo que le estaba sucediendo a su pequeño gatito, aunque las imágenes que iban formándose en su cabeza eran horripilantes.

Él sabía que probablemente estaba sobre imaginando lo que le estaba pasando a Seokjin, pero lo único que podía ver era al pequeño hombre aterrorizado que había entrado en su mundo diez días atrás. El chico había llegado tan lejos desde entonces, y la idea de que estuviera siendo obligado a volver a su vida anterior, lo mantenía paralizado.

El dolor en el pecho había crecido de forma constante durante las últimas horas, desde que descubrió que Seokjin había desaparecido. Nada parecía aliviarlo, ni siquiera presionando su pecho con la mano. Simplemente continuaba doliéndole.

—No va a desaparecer hasta que lo tengas de vuelta.

Namjoon se giró aleándose de la ventana en la que estaba, y miró fijamente a los ojos a Taehyung, quien no se veía para nada mejor de que como se sentía él. —¿El qué?

Su amigo señaló hacia donde estaba frotándose su esternón. —Ese dolor en el pecho. No se irá hasta que Seokjin esté de vuelta en tus brazos, sano y salvo. Créeme, lo sé.

Namjoon frunció el ceño y dejó caer la mano. —¿Es así como te sentiste cuando todo el mundo iba tras Jimin?

—Sí y no. El dolor en mi pecho comenzó cuando dejé a Jimin en ese horrible hotel. Fue cada vez peor hasta que estuvo de vuelta conmigo.

—¿Y entonces se detuvo?

—No. —Taehyung resopló—. Estoy bastante seguro de que he tenido un constante dolor en el pecho desde el momento en que lo conocí. Me vuelve loco, pero estaría perdido sin él.

—Sí —susurró Namjoon mientras volvía a frotar su pecho—. Voy a enloquecer preguntándome qué le está pasando a Seokjin. Todo esto es por mi culpa. Nunca debería haberlo dejado solo.

—No se quedó solo, Namjoon. Estaba con Jimin y Beomgyu, y se suponía, que seguro bajo llave en su dormitorio. No había forma de que supiéramos que había una entrada secreta en su dormitorio. Desde luego, yo no lo sabía. ¿Y tú?

—No, pero debería haberlo sospechado, considerando que esto era propiedad del rey Geraldo. El hombre era un conspirador, bueno pa-

—Me hago una idea. —Taehyung levantó la mano para detener la diatriba—. Y tienes razón. Deberíamos haberlo visto venir, pero no lo hicimos. Creo que hemos llevado una vida demasiado cómoda aquí, en este lujo oriental. Sabes que nunca habríamos permitido que algo como esto ocurriera cuando trabajamos para la agencia.

Namjoon se echó a reír. —Tendríamos todo monitorizado.

—Realmente eso no es una mala idea. No me gusta la idea de que Jimin regrese y no esté a salvo dentro de su propia casa. Monitorizar el lugar por seguridad puede ser invasivo, y créeme, a mi pareja no le va a gustar. Pero si esto significa que nadie más se lo llevará, no tengo ningún puto problema.