硕珍的乐趣² [ NamJin ]

Q U I N C E

—Bueno, eso fue una colosal pérdida de tiempo —resopló Taehyung mientras entraba en el estudio—. Ni Greene ni el antiguo dueño de Seokjin han cantado. Incluso les amenacé con cortarlos en pequeños pedazos, y aun así siguieron sin decir ni mu. Creo que tienen miedo a algo más grande que yo.

Las cejas de Namjoon se alzaron. —¿Hay algo más grande que tú?

—Al parecer. —Taehyung se sentó en la silla detrás de su escritorio y se inclinó hacia delante sobre sus codos y apoyando su barbilla en sus manos. —¿Has tenido suerte con tu búsqueda en el ordenador Geraldo?

—Sí y no. Encontré algunas referencias al ex Amo de Seokjin y parece que el rey Geraldo sabía de su existencia. De hecho, sabía de varias crías de sangre real, pero no he conseguido un número exacto todavía. Estaba deshaciéndose de ellos sistemáticamente.

—¡Qué puto bastardo!

Namjoon asintió. Había encontrado una gran cantidad de cosas perturbadoras sobre el viejo rey, y no creía haber acabado. —Por lo que he podido encajar, el padre de Jimin estaba decidido a repoblar la línea sucesoria. Tuvo relaciones con varias mujeres, tanto de la manada como humanas. ¿Cuántos de esos niños no he descubierto todavía?

—Oh tío—. Taehyung se frotó los ojos con sus dedos—. Jimin va a maldecir por esto. No descansara hasta que no encontremos a todos y cada uno de los hermanos que tiene por ahí, y eso significa que tampoco lo vamos a hacer.

—Supongo que ahora estamos en el negocio de rescate de gatitos reales, ¿eh?

Taehyung suspiró. —Sí.

—Creo que debemos comenzar por rastrear las actividades del médico. Es la clave de este misterio. No soy tan tonto como para creer que no tiene sus manos metidas de lleno en esto. Sabe mucho. Solamente tenemos que encontrar la manera de hacerlo hablar.

Taehyung sonrió maliciosamente. —Tal vez deberíamos dejar que Jimin y Seokjin tengan cinco minutos a solas con él.

Namjoon al instante sacudió la cabeza. —No quiero a Seokjin cerca de ese hombre. Ya le ha hecho bastante daño a mi pareja. No tiene por qué pasar por eso otra vez.

—¿En serio, amigo? —Taehyung golpeó el escritorio cuando se inclinó hacia delante—. Es un hecho que estabas sentado a mi derecha cuando vimos las cintas de vigilancia que encontramos. ¿Viste la forma en que Seokjin tomó el control de la situación en las celdas? Creo que él le daría la bienvenida a la oportunidad de una pequeña venganza.

—No. —Namjoon se mantuvo firme en eso. Estaba muy orgulloso de que Seokjin se defendiera, pero no quería que su inocente pequeño compañero estuviera expuesto a ninguno de los aspectos más duros de la vida más de lo absolutamente necesario.

—Bien. —Taehyung revolvió los ojos—. ¿Entonces tienes alguna idea de lo que debemos hacer con esos dos idiotas? No podemos mantenerlos encerrados para siempre.