Podría dejar el mundo.
Podría dejar de fingir.
Podría abandonar las falsas sonrisas que llenan mi rostro cada mañana.
Podría abandonar esta profunda herida que le provoco a mi corazón.
Podría ser yo misma y dejar las apariencias, esas que me unen a aquellos que no les importa mi existencia.
Podría amarme.
Podría despertar de esta ilusión, de esta mentira.
Podría huír y empezar de nuevo.