Estéril || Juliantina (G!P) •Adaptación

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-Capítulo dedicado al Maremily-

(Si este ship no es de tu agrado o simplemente te interesa la pareja principal te invito a seguir al próximo capítulo que se publicará dentro de pocos segundos)

La jornada laboral de Maremily había acabado, sí, Maremily, ese nombre se habían puesto Mari y Emily para describir su relación, aún no eran novias ni nada oficial, sin embargo, eso no significaba que no podían salir juntas o actuar como una pareja.

Emily siempre creyó ser heterosexual, jamás había sentido atracción por una chica hasta que Mari llegó y la hizo cambiar sus ideas de una forma tan radical. A lo largo de los años que llevaba conociéndola a la francesa, esta se le había declarado innumerables veces y nunca perdía una sola oportunidad para hacerle saber lo mucho que se gustaba de ella y aunque Mari siempre fue rechazada por la menor parecía que no se daría por vencida sin al menos haber conseguido una cita.

Todo había empezado cuando Mari comenzó a fijarse en su única empleada, Emily Winter, una linda alemana que había dejado sus estudios por necesidades familiares, ella había llegado sola hasta Ciudad de México para encontrar mejores oportunidades de trabajo y así poder darle una mejor calidad de vida a su familia en Ciudad De México, sin embargo al no haber culminado sus estudios eso era algo difícil de lograr, para su suerte, Mari tenía un corazón bastante noble por lo cual después de escuchar la difícil historia de la vida de una desconocida que por casualidad se topó en un café decidió contratarla como su secretaria cuando aún comenzaba a levantar lo que hoy en día era su prestigioso consultorio.

Con el paso del tiempo el hecho de tener a Emily a su lado se volvió algo más que simple costumbre para Mari, aunque la mayor era de pocas palabras, Mari desarrolló cierto cariño por ella y sin darse cuenta la menor logró entrar a su corazón, Mari intentó hacérselo saber innumerables veces, sin embargo Emily era demasiado tonta para darse cuenta según Mari, y es que todo era demasiado obvio, no entendía como Emily no lo notaba, por lo cual llegó al punto de tener que confesarle sus sentimientos y tal como Mari lo esperaba la mayor la rechazó, Emily afirmaba ser heterosexual, incluso después de varias confesiones Mari seguía recibiendo la misma respuesta, "No soy gay" Eran las palabras que constantemente Emily le recordaba.

Fue algo duro para Mari recibir tantos rechazos por la misma persona, intentaba invitarla a salir incluso con la excusa de que sería solo como simples amigas, pero siempre recibía la misma respuesta, aunque Mari lo entendía, ella también había rechazado chicos afirmando no ser heterosexual así que podía tener una pequeña noción de la postura de Emily, pero Mari no se rendía fácil y al ver que Emily no parecía incomodarse con sus coqueteos ella continuó intentando, obviamente no haría nada que pusiera incómoda a su amiga, pero haría lo posible por lograr enamorarla, tal vez Emily no era del todo hetero como afirmaba, después de todo la alemana aún era joven para saberlo, así que por fin después de tanto trabajo Emily aceptó salir con ella, fue divertido, fue mágico para Mari, pudo recordar su primer encuentro con Emily, pero a diferencia de ese día ellas no se encontraban en una cafetería económica como cuando apenas comenzaba su historia, ahora tenían la oportunidad de estar en un restaurante de lujo como si se tratara de cualquier cosa y se enorgullecían de eso, porque gracias a su esfuerzo trabajando ahora las cosas podían ser diferentes, habían empezado desde abajo, una Francesa recién graduada y una alemana sin estudios concluidos habían logrado levantar una clínica que en estos días podían decir que era de las más prestigiosas de Ciudad de México.

Fue una buena noche para ambas, pudieron conocerse mejor y Emily por su parte notó que había demasiado en Mari que aún no conocía, esa cálida chica era realmente especial y no podía entender como pudo rechazarla tantas veces, por lo cual quiso verla una vez más fuera del trabajo, Mari no se esperaba que Emily le pidiera eso, pero gustosa ofreció su casa para pasar un momento agradable juntas, ver una película y pedir comida a domicilio, fue entretenido, pero de un momento a otro las cosas se tornaron más íntimas y no de una forma sexual sino que sintieron que podían confiar más en la contraria y empezaron a hablar de diversas cosas que necesitaban desahogar, todo parecía más cercano y cómodo entre ambas, entonces Emily quiso dar el siguiente paso, porque a pesar de no admitirlo, después de tantas declaraciones por parte de Mari ella comenzaba a cuestionarse si realmente no sentía lo mismo que la rubia.

Entonces la besó, mientras Mari hablaba sobre lo mucho que detestaba los aderezos, pero amaba el yogurt, Emily no pudo evitar morir de ternura y depositar un corto beso sobre sus labios el cual Rosé tardó en procesar, pero terminó por devolver con uno más profundo que le fue automáticamente correspondido.

Después de aquel suceso no hubo más vuelta al asunto, simplemente sabían que las cosas entre ambas habían cambiado y habían comenzado a actuar como una pareja, sin embargo no había una etiqueta para su relación y ninguna de las dos tenía la intención de ponerla, Mari temía ser rechazada nuevamente y arruinarlo todo con la chica que tanto había deseado conquistar, por lo cual decidió dejar que las cosas simplemente fluyeran, había notado que la alemana había tenido la iniciativa de besarla por lo cual esperaba a que Emily diera el siguiente paso para formalizar la relación en algún momento, mientras tanto Emily realmente se sentía confundida, era la primera vez que besaba a una mujer, no es como si hubiera besado a muchos hombres anteriormente pero jamás se imaginó que le gustaría tanto besar a otra chica, por lo cual prefirió evadir cualquier pensamiento acerca de su orientación o su relación con Mari, ella aún no se hacía la idea de que era lesbiana aunque sabía que no era bisexual puesto que llevaba demasiado tiempo sin sentir atracción por algún chico, así que prefirió ignorarlo todo y solamente dejar las cosas fluir, ella esperaría a que Mari volviera a declararse para darle el sí, porque después de todo la mayor sabía que Mari era siempre quien tenía la iniciativa.

Entonces sin saberlo, ambas se quedarían esperando a que la otra diera el siguiente paso.