siempre serás mi único amor.

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Tom
Mi corazón latía como loco al ver que la chica que amaba estaba dispuesta a todo por mi, ella era la única que estaba y estaría siempre la amaba, la amaba con todo mi corazón y alma unidas.

Llegamos al bar y aproveche la oportunidad para que todos pudieran tomar una que otra foto donde estuviera con ella, ya no quería que esto fuera secreto, pero todo a su tiempo.

Pasaron muchas cosas que no pude controlar, mis celos hacia el chico estúpido de la barra fue una de ellas.

Estaba disfrutando el volver a la vida, estar con mi hermano, con Georg y Gustav, y en especial con ella que era el amor en persona.

Mi felicidad no duró mucho, acabo en el momento que ví a aquella rubia dirigiéndose hacia nosotros, no podía permitir que nos arruinara la noche.

Camine hacia ella con rapidez para evitar que se encontrara con Lu, eso no sería nada conveniente para nadie.

-¿Que mierda piensas hacer? Le pregunte mientras me paraba enfrente de ella evitando que se acercará a Lu y a los chicos

-¿Que hago aquí?, Tom veo que aún no lo entiendes, tú y yo nos vamos a casar muy pronto y estás aquí con esa.

-¿Tu y yo?, En ningún maldito momento habrá un nosotros, lo de nosotros ya fue y ya no volverá a serlo.
Dije mientras la dirigía a la salida.

-Esta bien Tom, si no vas a ser feliz conmigo no lo serás con nadie, ¿Acaso crees que te voy a dejar ser feliz con esa?, No Tom tú vas a darme todo lo que algún día soñé y no me importa si es por amor o por compromiso, no quieres que tu maldita cara salga en todos los periódicos de Alemania con el gran encabeza de “Tom kaulitz el hombre más violento del puto planeta”, ¿Eso es lo que quieres?, ¿Quieres que esa te odie?, Lo puedo hacer si quiero no me costaría nada-

Hablo con una sonrisa de oreja o oreja ella sabia que nunca permitiría que Lu me odiara, no me importaba lo de mi imagen pero si lo que Lu pensara de mi.

-lourdes, tú sabes claramente que nunca te golpie que tú te lastimaras no fue mi culpa, en ningún puto momento te toque ni un solo cabello, ¿Que quieres?, ¿Dinero?,¿Fama?, Lo que tú quieras te lo doy pero te lo pido déjame y dejala a ella.

Mis brazos la sostenían firme intentando que ella no se moviera y no logrará hacer ningún escándalo enmedio de la calle.

-Tom, te quiero a ti, eres el único que me puede dar todo lo que quiero, incluso amor-

Dijo mientras caminaba a mi auto haciendome señales de que quería que subiera con ella, camine hacia el carro que estaba muy cerca, no dije nadamás, sus jodidas palabras me estaban causando el malestar más grande de mi vida, perderlo todo era muy insignificante, pero perder a Lu, eso me dolía hasta el alma.

-te daré todo lo que tú quieras, lo que me pidas, pero no dejaré a Lu, no lo hare-

-Mi amor, eso es lo único que quiero, que la dejes y lo harás sea por las buenas o por las malas pero lo tendrás que hacer, voy a ser la única señora Kaulitz que habrá, sin suripantas que se interpongan, seremos felices ¿No lo crees Tom?

Dijo mientras sacaba de su bolsa una carta que me dió en seguida, la maldita carta decía exactamente todo lo que hacía Lu, cada uno de sus pasos estaba en ella, hasta abajo de la carta decía un nombre muy conocido en Alemania, era de una persona que se dedicaba a desaparecer personas de cualquier posición social.

-mierda Lourdes eres una loca, como carajo se te ocurre hacer eso, en mi puta vida voy a dejar que le hagas algo malo a Lu-

Le grite mientras me ponía frente a ella, intentando controlar toda mi rabia para no matarla en ese momento.

-Bien Tom, tú tienes la solución en las manos entra y dile lo que tengas que decir, pero desde esta noche, eres mío y nos vamos a casar¿Está bien?-
Hablo con una sonrisa burlona, ella dabia perfectamente que me tenía atado, sabía cómo manipularme a la perfección.

Sin pensar más sali del auto dejando a la mujer loca que tenía adentro, reuniendo todas las agallas que tenía, busque a Bill que estaba bailando muy feliz a lado de Lu y de los chicos, la vi por última vez, era tan perfecta, una sonrisa que me daba más de mil vidas, su sola presencia era mi vida entera, intenté converserme que lo estaba haciendo por ella por qué fuera feliz pero mi puto corazón no me dejaba de reclamar y de recordar que era una mierda de persona.

-Bill, llévate a Lu, que está noche duerma en tu casa, no lo dejes sola, dile que ya no la quiero ver-

Lágrimas salían de mis ojos, mientras podía ver cómo Bill me veía con repulsión y lo entiendo perfectamente yo igual me odio.

-¿Que? Como mierda te atreves a hacerle esto, ella que siempre estuvo contigo, que jamás te a dejado ni un solo minuto solo, que se mató cuantos putos días en el hospital, pasando hambre, sueño.

Sus palabras realmente me mataban sabía que eran ciertas cada una de ellas .

-Bill Lourdes regreso-

Nuestras miradas se posaron hacia ella que nos estaba viendo desde lo lejos con una mirada tan confusa.

Bill me vio con odio y camino hacia ella abrazando y sacándola de ahí, se unieron Gustav y Georg, ellos sabían muy en el fondo lo que pasaba y sus miradas solo me pasaron por encima.

Salí de el lugar con lágrimas en los ojos y más odio que nunca contra la mujer que estaba sentada muy campante en mi auto fumando como sin su puta vida fuera una gran victoria.

-Bueno, a tu hermano no le desagrada para nada esa, es muy atento y cariñoso quizás al final si se conviertan en familia-

Dijo la desgraciada con su maldita sonrisa burlona que me causaba mil náuseas.

-callate, no te permito y no te voy a permitir que le vuelvas a decir esa, su nombre es Lu, y de ahora en adelante no tienes el derecho de ni siquiera pronunciar su hermoso nombre, ¿Escuchaste?-

Le hable tam fuerte como pude cerrando y arrancando en maldito auto, lo única que quería era ir y chocar contra la montaña más grande de Alemania, pero mi mente no dejaba de decirme que no dejara sola a Lu, que no la podía dejar sola.

Esa misma noche después de dejar a la culpable de todo esto en su casa hablé con maximiliano que es nuestro manager diciéndole que despidiera a Lu y le diera una de mis tarjetas para que ella pudiera vivir cómodamente, sabía que las probabilidades de que regresará a trabajar a Tokio hotel eran muy bajas, al igual de que aceptará la tarjeta o alguna cosa que yo le quisiera dar, pero mis esperanzas de que recibiera la carta que le escribí explicando todo no estaban tan perdidas.

No sabría cómo ella reaccionaria, mi mete estaba solo enfocada en una sola cosa, no dejar a Lu sola.

Holaa, espero y este capítulo les guste más que los otros, es la posición de Tom y espero no les aburra haha bye💗

Entre Sombras Y Suspiros (Tom Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora