Otra historia de un adolecente

Capitulo 1 Creo que estoy mal

¿Qué pensaste cuando eso pasó? - me dijo.

-Siendo sincero nunca lo he pensado, supongo que tristeza pero creo que bloquee todo el sentimiento sin pensarlo- conteste con las manos entrelazadas apretandolas con fuerza, pensando en si había sido una buena idea venir; continúo con sus preguntas y la siguiente fue más difícil de contestar por alguna razón.

-¿Por qué dices que supones que sentiste tristeza?, tú siendo totalmente honesto, ¿Qué sentimientos me podrías describir de ese momento o día?- me dijo en un tono firme pero suave a la vez, como el de una madre cuando quiere reprender por algo pero no está del todo enojada y tenía esa mirada confusa que no se como interpretarla; el hecho de que me den esa mirada me da un poco de incomodidad, no necesariamente porque la he visto muchas veces si no que porque cuando la he visto siempre siento que me están juzgando.

Tenía toda esta ola de ideas mientras trataba de formular una respuesta coherente que no sonara como el típico ¨no sabría ponerlo en otras palabras la verdad¨ con una sonrisa falsa y nerviosa; sintiendo que por dentro me digo -esto es lo que se supone no deberías hacer aquí. Por suerte o por descarte sonó la alarma de él telefono de la psicóloga Sara, ella mirándome como esperando una respuesta aparto la mirada de mi, dio un suspiro no largo ni corto simplemente de esos que te relajan lo suficiente para sentirte bien, tomo su teléfono lo vio por segundo o segundo y medio, levantó su mirada hacia mí y dijo:

Bueno - haciendo una pausa para pensar cómo seguir la oración - es todo por hoy, nos vemos en 2 semanas, ¿Te queda bien a la misma hora?- mirándome esperando una respuesta.

Si, esta bien a esta hora - conteste, pensando en si realmente dije todo sin tratar de ¨suavizar¨ el problema.

Bueno, entonces nos vemos el sábado dentro de dos semanas a las 6 de la tarde ¿está bien? - me dijo mientras se levantaba para abrir la puerta que da hacia el pasillo, que da hacia la salida.

Si, está bien - al mismo tiempo que lo decía me levantaba para ir hacia el pasillo.

Siempre se me hacia extraño venir a un consultorio y que no tuviera un pasillo oliendo a hospital, este era diferente tenia plantas con flores bastante coloridas de un espectro de colores bastante normal; rojo, amarillo, algunas me parecian bastante lindas y casi siempre eran las que veia cada que salia del consultorio de Sara, el orden era un cactus barril azul bastante grande, una maceta con 3 o 4 rosas nunca habia mas de 4 o menos de 3 por alguna extraña razon, en una base de madera en fila habia suculentas y la salida.

Llegando a la salida tenía un sentimiento de miedo, como si no me quisiera ir aunque hace 5 minutos era el único pensamiento que tenía, mire hacia atrás solo para tratar de entender ese sentimiento; Sara me miraba a la distancia así que me despedí de ella y salí de ese lugar que aunque no me agradaba llegar, me gustaba estar ahí.

Fuera de el lugar mi papá estaba estacionado en la acera en contra de donde estaba yo, cruzar la calle me da miedo no tanto por los autos si no por lo distraído que puedo ser; cruze después de ver hacia los dos lados aunque la calle solo era de un sentido y subí al auto.

Cada que me subía al auto eran las mismas preguntas, las cuales yo contestaba de diferente manera aunque el único objetivo era no preocupar a mi papá, ¨¿cómo te fue?¨ eso fue lo primero que se me vino a la mente y como si mi papá pudiera leer mentes me lo pregunto a la vez que lo pensaba

¨¿Cómo te fue?¨

¿Cómo te fue? - dijo en un tono preocupado.

Bien pa, todo bien- le conteste mirándolo queriendo decirle otra cosa