Expectation For His Kisses -the GazettE/Yaoi-

20 - | 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 20-𝕬 |

NOTA DEL EDITOR:

A PARTIR DE ESTOS CAPITULOS LA HISTORIA SE VUELVE CADA VEZ MÁS VIOLENTA. LOS TEMAS SE VUELVEN MÁS SENSIBLES Y DIFÍCILES DE DIGERIR. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN DEL ESPECTADOR.

KyoHito

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NOTAS DEL CAPITULO:

Afff porque actualizo a estas horas cuando me muero de sueño?

Alguien sabe porque?

Nadie?

Bueno...

Desde cuando Uruha no disfrutaba el lemon?

Uhmmm *se va pensando*

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Capítulo 20.

Ese día era el jueves de una semana totalmente atareada con las grabaciones de su último CD. Por lo menos ya para el jueves sólo quedaban en la agenda de esa semana unos cuantos detalles sin importancia para los distintos instrumentos.

Casi todos, con excepción de los guitarristas habían terminado de grabar sus partes y se fueron retirando a sus hogares al no encontrar nada que hacer.

Uruha y Aoi tenían un buen rato en la sala de grabación sin decirse una palabra, Uruha hacía más de media hora se había perdido en sus pensamientos mientras miraba al otro guitarrista, últimamente sus pensamientos se negaban a tomar otro rumbo , y si lo hacían no tardaban mucho en terminar enfocados en el mayor.

Suspiro y siguió tratando de prestarle atención a su guitarra, Aoi por su parte, tenía rato pendiente del castaño, sabía que hacía un largo tiempo que Uruha no se encontraba realmente en la sala de ensayos y le pareció gracioso aprovechar ese pequeño detalle en su favor.

- ¿Uruha me estas escuchando? - el menor se sobresaltó y miro al pelinegro con los ojos muy abiertos mientras negaba lentamente con la cabeza - tengo un buen rato tratando de decirte algo y tu no me estas prestando atención - fingió molestia y hasta trato de añadir decepción a su expresión, inmediatamente la del castaño cambio a una preocupada y trato desesperadamente de recordar aunque sea un vestigio de aquello que Aoi le decía pero nada llegaba a su mente. Aoi podía notar la obvia incomodidad del castaño tratando de recordar lo inexistente pero no hizo nada por remediarlo. Estaba disfrutando enormemente jugar con la mente del menor de esa manera.

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Por su parte Kai no había salido de la compañía ni media hora atrás y en su carro, camino a su casa, notó que había dejado su agenda en el estudio de grabación , y Kai no podía vivir sin ese pequeño y aparentemente insignificante cuaderno , por más fastidió que esto le produjese no tuvo más remedio que devolverse a buscarlo. En el camino de vuelta trato de recordar si lo había dejado en la sala de grabación o en el estudio, estaba casi seguro que había sido en el estudio, pero afortunadamente desde este podría ver la sala de grabación en su totalidad y quizás darse cuenta si estaba ahí sin necesidad de tener que perder más tiempo en el (aunque corto) camino del estudio a la sala