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Desde hace semanas Jiang Cheng se sentía mal, no entendía porqué. La comida que solía consumir le causaba nauseas con mareos. Jiang Cheng no era una persona floja, pero levantarse de la cama se volvió un reto. Su cuerpo solía sentirse débil. Por las nauseas y el asco, Jiang Cheng evitó comer durante días consecutivos a lo que su salud fue al deterioro. Llegó una día en la que ya no pudo más y su cuerpo colapsó frente a los ojos de Lan Wangji que inmediatamente lo llevó al médico en la que tuvo que esperar la respuesta a su malestar.

Lan Xichen estaba a su lado impaciente mientras que el médico le tomaba el pulso. Él parecía tener la idea de lo que se trataba. Había imaginado la peor de las enfermedades que pudiera tener, pero no esperó a que el médico revelara con el rostro serio y la voz tajante su embarazo de cuatro semanas. Jiang Cheng se desconcertó al instante, entonces recordó los nudos de Lan Xichen en su Rut y su olvido de tomar las hiervas que tenía guardadas. Jiang Cheng acarició su vientre aún plano que con el tiempo crecería junto a su cachorro en su vientre. El Omega se llenó de ilusión olvidando el riesgo que correría con el embarazo. Su burbuja de alegría se esfumó cuando escuchó de parte de Lan Xichen decir:

__ ¿Hay alguna forma de intervenir en el embarazo?. __ El médico asintió a su pregunta.

Jiang Cheng frunció sus finas cejas indignado de las palabras de Lan Xichen quien en reemplazo de tener un rostro sombrío debería de estar feliz como lo era Jiang Cheng.

__ No voy a abortar. __ Intervino Jiang Cheng antes de que el médico le diera una respuesta al líder. Lan Xichen se volteó a verlo esperando que sus palabras no sean ciertas.

__ Entiendo que Lan Furen no quiera perder a su cachorro, pero a mi opinión considero que es lo mejor. __ Aconsejó el médico, sin embargo, Jiang Cheng volvió a negar seguro ocultando su vientre con sus brazos dando entender de que nadie podría hacer daño a su cachorro mientras él siga viva.

__ Jiang Cheng, por favor piénsalo bien. __ Jiang Cheng volvió a negar ante la insistencia.

__ Deseo tener a mi cachorro. Ni los mismos dioses me harán decidir lo contrario. __ Aseguró Jiang Cheng. Por primera vez Lan Xichen odió la firmeza en las decisiones de Jiang Cheng. Suspiró, miró al médico y pidió:

__ ¿Puede dejarnos solos por un momento?. __ El médico asintió a las órdenes de Lan Xichen y se marchó. Por otro lado, Lan Xichen se acercó a su Omega a quien sostuvo de la manos.

__ No pienses persuadirme Lan Xichen. __ Advirtió Jiang Cheng ante la mirada de cachorro de su Alfa. __ Es mi bebé de quien estamos hablando.

__ Ese bebé te traerá la muerte. __ Recordó Lan Xichen casi en el desespero.

__ ¿Y qué pasa si no es así? __ Enfrentó Jiang Cheng. __ Quiero arriesgarme y traer a la vida a nuestro cachorro. __ Entonces agregó. __ ¿No te emociona el hecho de tener un hijo juntos, de ser padres?__ Exclamó emocionado Jiang Cheng esperando ablandar un poco el corazón de su esposo, pero al mirarlo a sus ojos recibió la respuesta más clara lo cual fue como una espada atravesando su pecho, su corazón.

__ No lo hace cuando sé que ese hijo que llevas en el vientre te irá quitando la vida. __ Respondió con frialdad soltando la mano de Jiang Cheng y apartándose del lecho.

__ Ese hijo también es tuyo Lan Xichen. __ Jiang Cheng borró su sonrisa al notar la falta de emoción en su Alfa. Lan Xichen miró un momento su vientre para luego apartarlo. Era claro su rechazo. Jiang Cheng se frustró. __ ¡Es tu hijo de quien hablas! __ Gritó frustrado Jiang Cheng.

__ Yo no quiero tenerlo.

__ ¡Tú no, pero yo sí!.

Lan Xichen apretó sus puños. __ ¡¿Es acaso que no lo ves?! __ Jiang Cheng se sorprendió por el grito de Lan Xichen. Lan Xichen nunca le había alzado la voz. __ ¡No quiero perderte!. __ Sus ojos dolieron, su garganta también. __ ¡Lo único que hará el hijo que traes en el vientre es apartarte de mi lado! __ Estalló Lan Xichen dando vueltas en el aposento demostrando su angustia con el solo pensamiento de su Omega muriendo. __ ¡Si nuestro hijo tiene que morir por ti entonces no me arrepiento de nada! __ Jiang Cheng respiró profundo con los labios temblorosos aguantando las lágrimas retenidas. __ ¡Crees que podré mirar con amor y decir hijo a ese niño cuando fue por su culpa que has muerto!, ¡lo único que recordaré en él será la causa de tu muerte!

Descendiente De La Fuerza Y Pureza | XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora