- Debo declinar su invitación cortésmente señorita Jelna, un hombre comprometido siendo visto en un club acompañado por una joven que no es su futura esposa podría ser malinterpretado – dijo Kadir de manera tajante
- Oh vamos, quien crearía chismes malintencionados con ustedes, estás comprometido con mi prima y somos familia ¿qué hay de malo en que vayan juntos? – insistió Ellies – ¿o es que acaso debes pedirle permiso a tu prometida?
- Aylah ¿serías tan amable de prestarme a tu prometido? – preguntó Jelna de manera burlona
Aylah sonrió de manera condescendiente y volvió a mirar su plato. Ahora más que nunca quería salir de aquí, la comida se revolvía en su estómago amenazando con salir por su boca. Este ambiente le provocaba una intensa incomodidad.
- No necesito de la autorización de Aylah para declinar una invitación, es mi decisión – dijo Kadir con voz seria, su paciencia parecía estar llegando al límite, su tono lo demostraba claramente.
- Ah, es una lástima – suspiró Jelna sin poder enmascarar su evidente molestia – estaba tan ilusionada con poder asistir acompañada por el honorable general Kadir.
- Querida déjalo en paz, sabes que al general no le gustan esas trivialidades, ese tipo de eventos no atraen su atención – dijo el conde de manera cortante finalizando la conversación
Después de lo que le parecieron horas el almuerzo finalizó. Estaba agotada mentalmente y su primo no la dejaba sola mientras Kadir la ignoraba por completo. Habían pasado a la sala a continuar conversando mientras ella le lanzaba furtivas miradas a Bethel rogando por ayuda, quería salir de aquí lo antes posible.
- No te ves muy bien sobrina – dijo de repente la voz del conde muy cerca de ella - ¿quieres retirarte a tu habitación a descansar? – preguntó con suavidad, mientras ella entendía el significado de sus palabras, la estaba echando de allí, quería que se fuera. Agradecida por la oportunidad de volver a su refugio asintió con rapidez y de manera obediente se retiró hacia su habitación con Bethel.
Este almuerzo si que había sido un gran avance, había logrado que Kadir la odiara aún más viendo lo inútil que era. Ansiaba verlo para mostrarle sus buenas cualidades y cuanto había avanzado en su recuperación, pero había fracasado de manera épica. Su tío tampoco lucía muy contento que digamos.
Estaba tan concentrada en sus pensamientos que el súbito sonido de la puerta abriéndose de golpe provocó que ahogara un grito. Su tío entró, como un vendaval, con una cara de ira indescriptible. Recién habían entrado, así que ni siquiera había tenido tiempo de pararse de la silla de ruedas. ¿Acaso su tío había venido tras ellas?
Apenas pudo adivinar lo que estaba apunto de pasar cuando vió la mano del conde alzarse y luego bajar a tremenda velocidad. El fuerte golpe provocó que ella cayera hacia un lado volcando la silla. El dolor punzante en su mejilla le hizo darse cuenta de lo que acababa de suceder. Alzó una mano aun temblando por la impresión y la llevó a su adolorida mejilla aún sin creer lo que acababa de suceder. Con la respiración agitada mantuvo la vista en el suelo. ¿Qué demonios había hecho para que la golpeara de esta manera?
¿Qué haría una persona normal ante este tipo de agresión? ¿Llorar? Aunque lo intentara no saldría ni una lágrima pues en este momento solo un profundo odio ebullía en su interior. Este hombre era un maldito cobarde, agrediendo a una joven convaleciente e indefensa. Esta familia era un nido de personas sin escrúpulos. Alzó la cabeza con lentitud tratando de mantener la calma y abriendo mucho los ojos para lucir sorprendida mientras su tío alzaba un dedo de manera acusatoria y comenzaba a gritar enojado
- ¡¡¡¿Cómo pudiste avergonzarme así frente a ese maldito???!!! – su rostro estaba torcido por la ira - ¡¡¡Después de todo lo que he gastado, para que luzcas como una persona en vez de un vegetal ambulante!!! ¡¡¡Maldita malagradecida!!! ¡¡¡Deberías haber muerto así me hubieras ahorrado muchos problemas!!! – respiraba agitado en medio de su ataque
Aylah temblaba en el suelo aun sorprendida por su abrupta reacción, este hombre no escondía para nada su desprecio por ella y eso era muy peligroso, si era capaz de golpearla así, estando aun convaleciente y en recuperación solo por haber dejado caer un cubierto al suelo, incluso estando su prometido de visita, ¿Qué no seria capaz de hacerle una vez que Kadir se fuera? Una sensación de terror la invadió, miró a Bethel implorando ayuda, y pudo ver como le temblaba el labio inferior tratando de contenerse y no lanzarse a su lado, si lo hacía sería despedida de inmediato y no podría ayudarla más. Bajó la cabeza derrotada, si esto seguía asi no llegaría con vida al próximo mes.
- La señorita va a estar indispuesta el resto del día – le soltó a Bethel de manera grosera – Si las cosas van a ser así, entonces te castigaré como la niña malcriada que eres – dijo antes de salir dando un portazo.
De inmediato Bethel se lanzó a su lado y la abrazó con fuerza sin decir una palabra. Aun sentía su mejilla caliente y adolorida, pero su orgullo dolía aun más. La impotencia ante todo lo que había pasado era desagradable pero permanecía ahí, grabada en ella. Debía hallar la manera de tener el control de la situación por más complejo que pareciera. Le sonrió de manera triste a Bethel indicándole que todo estaba bien mientras la sirvienta la miraba sorprendida ante lo bien que ella se tomaba la violenta reacción de su tío. Incluso para la sirvienta tenía que ser la Aylah dulce e inocente que acepta todo sin protestar. Solo tenía que mover esta pieza del juego un poco más hacia adelante, pedirle algo que ella no pudiera evitar hacer por la pequeña niña que había cuidado toda la vida y había visto nacer.
- Yo solo... quiero ver a Kadir – dijo con voz tímida bajando la cabeza para lucir avergonzada por su petición
La cara de Bethel se iluminó con emoción. Lo estaba tomando justo como ella quería, se estaba mostrando interesada por su futuro esposo como una adolescente enamorada y la sirvienta creía su actuación de manera ciega. Ahora ella haría todo lo posible para lograr el encuentro deseado. Al menos algo le estaba saliendo bien en este día. Se sentó en la cama suspirando satisfecha cuando un fuerte dolor bajo su vientre la golpeó de repente.
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Destinada a renacer
ФэнтезиDespertó en el cuerpo de alguien más, tenía una segunda oportunidad de vivir en un mundo lleno de magia y hermosos castillos. Pero sus esperanzas de una larga y tranquila vida son destrozadas de inmediato por su oscuro destino. Ahora es Aylah, l...