Caminaba por la calle con aire de preocupación en el frió invierno de un lunes por la tarde en Londres. Tapaba mi cabeza con un sombrero del color del carbón, de este sobresalían los risos rojos que esta mañana intente alisar sin éxito y protegía mi cuello y boca con una bufanda de lana roja. Abrigándome con un sobretodo negro y pantalones del mismo color y un bolso a juego. Me dirigía con prisa salpicando en los charcos y regueras de la ciudad con mis desgastadas botas hacia la facultad de Música de la universidad de Cambridge. Tenía cinco minutos de retraso, por ende sabía que tendría un regaño seguro esperándome aunque poco me importaba lo que tuviera que decirme el viejo de armonía III pero si no llegaba a tiempo me ganaría otra suspensión y eso podría llegar a "oídos no deseados". No me malinterpreten, amo mi carrera es solo que al hombre ya le estaba afectando la edad.
Llegue al campus y me fije que era más tarde de lo que pensaba así que Salí corriendo llevándome por delante un pequeño muro lo que provocó una caída aparatosa y que todos alrededor se rieran a mas no poder *vaya que son idiotas* pensé . Cuando llegue al salón con las piernas adoloridas y un dolor punzante en el costado el profesor estaba vocalizando con "la consentida de la semana". Cada cierto tiempo tiene una nueva hasta que esta ya no "cumple con sus expectativas" y la cambia por otra. Quise aprovechar su falta de atención e intente entrar sin que lo notara pero como no "la suerte" no estaba de mi lado.
- Llega tarde señorita Smith - me dijo me profesor sin siquiera darse la vuelta
- Lo se profesor es que...
- No me interesan sus escusas señorita, conoce muy bien las reglas
- Lo entiendo pero...
- No creo que lo entienda señorita, imagine que pasaría si usted es la cantante de una importante presentación; todo esta listo, los músicos en su lugar, los de las luces ,maquillaje y vestuario , las coristas y todo el mundo están en su lugar menos usted, ¿qué cree que pasaría?
- Yo ...
- Le diré lo que pasaría. Retrasaríamos al equipo, los músicos que llegaron una hora antes tendrían que irse porque tiene otros compromisos por lo tanto también las coristas, perderíamos mucho tiempo y dinero que no tenemos en peinado y maquillaje sin mencionar que habría que reembolsarle el dinero a un público furioso y todo porque usted llego 20 minutos tarde. Conoce la salida señorita Smith - dijo sin dejarme decir otra palabra.
Salí furiosa de allí con un portazo. ¿Ven lo que les digo? está más loco que una cabra, en serio no sé de dónde demonios saca tanta palabrería el viejo.
En fin me dirigí con toda la rabia del mundo a las áreas verdes del campus o como suelen decirle "el área del consumo", necesitaba descargar lo que estaba sintiendo de alguna forma y como no podía hacerlo como siempre lo hago porque eso si me causaría una explosión permanente me tenía que conformar, así que me senté en la grama bajo un árbol y encendí un "inocente" cigarrillo dejando que la nicotina llenara mis pulmones.
-¿Otra vez Sam?- escuche la voz de mi mejor amiga Gioconda sentándose a mi lado. Ella y yo nos conocimos en tercer año de la secundaria. Ella solía ser buena en matemáticas y yo en música, ella tenía problemas en lenguaje musical y yo con todo lo que tuviera números y formulas así que decidimos enseñarnos una a la otra y como si estuviéramos en kínder ya éramos las mejores amigas. Desde entonces somos inseparables sabe hasta la marca de sostén que uso. Sip, así de profundo.
- ¿Qué te digo ? el viejo está loco, me salió con el sermón del concierto y blah blah blah, en serio deberían de sustituirlo -
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Say Something
RomansSamantha Smith es una chica con metas,aspiraciones y sueños como todas las chicas de 20 años con una familia respetada con mucho poder y ciertas reglas que se deben seguir al pie de la letra ..solo hay un problema..sus sueños no figuran en esa list...