labios rojos como la rosa. pelo negro como el ébano. piel blanca como la nieve, la llaman Blanca Nieves
enoch o'connor x fem!oc
miss peregrine y los niños peculiares
𝗂𝗇𝗂𝖼𝗂𝖺𝖽𝖺: 𝟣𝟩 • 𝟢𝟨 • 𝟤𝟢𝟤𝟥
𝖿𝗂𝗇𝖺𝗅𝗂𝗓𝖺𝖽𝖺: 𝟣𝟨 • 𝟢𝟪 • 𝟤𝟢𝟤...
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DICIEMBRE, 1941
Hacía un poco de frío por la mañana temprano. Había salido el sol, pero no brillaba demasiado, ya que estábamos a mediados de diciembre. Lo que significaba que habría un ligero viento aquí y allá. Todo el mundo estaba jugando fuera, bueno, casi todo el mundo. Han pasado casi tres meses desde que Charlie y yo llegamos aquí. Todo ha ido muy bien, excepto las peleas con Enoch.
Me encuentro pasando mucho tiempo con Claire y los gemelos, al igual que con Emma y Olive. Charlie se hizo muy amigo de Hugh, pero éste se quejaba de vez en cuando de que Charlie le hablaba demasiado de las abejas.
Desde aquel día que encontré el invernadero sigo teniendo una rosa puesta en la almohada. Todavía no sé quién lo hace y Emma siempre intenta ayudarme a averiguarlo. Me parecía tan misterioso y bonito que alguien lo hiciera. Me carcomía desde entonces, no saber quién me regalaba una hermosa rosa cada día.
Me senté fuera con Claire a jugar a la fiesta del té. Me pareció bastante adorable en realidad además no me importaba. Solía jugar a la fiesta del té y disfrazarme con Sally todo el tiempo. Echo mucho de menos a mi hermana pequeña y me rompe el corazón que no pudiera vivir una vida plena.
¿Por qué fue ella? ¿Por qué no pudo ser otra persona? Perdimos a nuestros padres y ahora hemos perdido a nuestra hermana pequeña. Ojalá hubiera podido crecer y conocer el mundo por sí misma. Me sacudo los recuerdos de la cabeza mientras estoy a punto de llorar. Cuando estoy segura de que no voy a llorar, continúo con la fiesta del té.
—¿Quieres más té princesa Johanna?—Pregunto Claire con voz elegante y educada haciéndome reír un poco de sus acciones.
—Claro que sí, me gustaría un poco más princesa Claire —dije burlándome de su misma voz haciendo reír a Claire mientras tomaba su falsa tetera de vidrio pequeña y me servía un poco de té falso en mi taza de té de vidrio.
Fingí beber el té y saborearlo haciendo reír a Claire. El juego de té era un pequeño juego de té de cristal de porcelana que tenía Claire junto con una manta fina para que nos sentáramos. Claire tenía puesto su habitual traje rosa y su pequeña varita a su lado.
—Bueno, tengo que decir princesa Claire que haces un té exquisito—exclamé haciendo que Claire asintiera con una sonrisa.
—¡Gracias princesa Johanna!—Agradeció Claire mientras tomaba un sorbo de su té.—¿Johanna?—
—¿Sí Claire?—Pregunté mientras ponía las manos en mi regazo mirando a la niña de pelo rizado que tenía enfrente.
—¿Sabías que pareces una princesa? También suenas como una princesa!—Exclamó Claire haciéndome mirarla con las cejas levantadas como si estuviera loca.
