labios rojos como la rosa. pelo negro como el ébano. piel blanca como la nieve, la llaman Blanca Nieves
enoch o'connor x fem!oc
miss peregrine y los niños peculiares
𝗂𝗇𝗂𝖼𝗂𝖺𝖽𝖺: 𝟣𝟩 • 𝟢𝟨 • 𝟤𝟢𝟤𝟥
𝖿𝗂𝗇𝖺𝗅𝗂𝗓𝖺𝖽𝖺: 𝟣𝟨 • 𝟢𝟪 • 𝟤𝟢𝟤...
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ABRIL, 1942
Me desperté con los movimientos bruscos de alguien que me sacudía para despertarme. Lo ignoré durante un rato, pero entonces la persona empezó a saltar sobre mi cama haciéndome gemir cansadamente. Tomé la almohada que estaba debajo de mi cabeza y la puse sobre mis ojos. Intentaba bloquear la luz de la ventana y el sonido de la persona que coreaba mi nombre.
—¡Johanna despierta! Vamos!—Exclamó una voz joven que pertenecía a un niño.
Gemí de cansancio con la cara aún en mi cómoda almohada blanca. Realmente no quería levantarme después de lo que pasó anoche con Olive. Emma y yo seguimos sorprendidas de que fuera mi admiradora secreta. Ni siquiera pude decirle nada antes de que saliera corriendo con culpa.
—Despiértame cuando no esté cansada—murmuré a través de un suspiro de almohada que Bronwyn me arrebató cuando terminé de hablar. Oh, ¿por qué tienes la peculiaridad de la fuerza?
—¡Oh, vamos Johanna! ¡Los gemelos, yo y los demás queremos jugar contigo! Son las tres de la tarde—exclamó Charlie emocionado mientras se ajustaba sus gafas circulares de pie junto a mi cama. Los gemelos tiraron de mi brazo con entusiasmo mientras saltaban arriba y abajo haciéndome sonreír por su emoción.
—Charlie, sabes que te quiero, pero estoy muy cansada y me gustaría un poco de paz y tranquilidad—suspiré mirando a mi hermanito.
—¿Estás cansada por tu pequeña fiesta de amor con Enoch?—Pregunto Horace sonriente mientras admiraba mi ropa en mi armario y sentía el material.—Por cierto tus vestidos son de una tela muy bonita. Muy elegante—
—¿Qué?—Pregunté con los ojos muy abiertos incorporándome mientras miraba a todos los niños que estaban en sus lugares.
Horace admiraba mi ropa, Charlie estaba a mi lado junto con Hugh, Las Gemelas y Bronwyn, Claire miraba mis joyas, Fiona miraba los jarrones de rosas y Millard estaba donde quiera que estuvieran sus ropas flotantes.
—¡No seas tonta Johanna, todos lo sabemos! Enoch y tú están enamorados—.Exclamó Hugh feliz pero también burlón.
—¿Quién demonios te ha dicho eso?—.Pregunté con las cejas fruncidas mientras miraba hacia Fiona.
—Nadie lo hizo solo que siempre los vemos a ti y a Enoch juntos. Es bastante lindo en realidad—dijo Fiona con una sonrisa en su rostro al pensar que Enoch y yo éramos pareja.
—Eso es lindo Fiona, pero Enoch y yo no estamos juntos. Ese es el final de esta discusión, ahora me gustaría dormir cinco minutos por favor—dije en un tono agradable con una pequeña sonrisa mientras recostaba mi cabeza de nuevo suspirando de felicidad.
