El fin y el principio de mis días

Me has salvado

...
Rosalie dejó que el hombre escapara de su agarre, no sin antes emitir una especie de gruñido que hizo temblar ligeramente a mi captor
Rosalie:
Ahora déjala ir
Desconocido:
¿De verdad crees que después de lo que les has hecho a mis amigos os voy a dejar ir de rositas? Eres una puta más y pagarás por esto
Bella:
La navaja se hundió más en mi piel, podía sentir mis acelerados latidos a través del fijo. Cerré los ojos esperando lo peor, pero lo único que sentí fue una brisa gélida en mi espalda. Me moví ligeramente y descubrí que me encontraba liberada

Fin del flashback:

Todo pasó muy deprisa. En un abrir y cerrar de ojos estaba sola de espaldas al callejón, presionando coon mi mano la herida de mi cuello que, por poco profunda que fuera, no paraba de sangrar...
Busqué con la mirada a Rosalie y me quedé perpleja al decubrir la escena a mi espalda. Los 4 cuatro hombres yacían ahora en el suelo, inmóviles pero aún con vida
Giré sobre mis pies y en un esfuerzo por agudizar mi visión localizé a Rosalie al fondo del callejón, de espaldas y tan tensa que no había un solo músculo en su cuerpo que que no estuviera contraído
Corrí para encontrarme con ella temiéndome que algo malo le había ocurrido en el forcejeo Demasiadas preguntas rondaban mi mente pero, cuando llegué a su costado, sólo quería comprobar por mi misma que estuviera sana y salva
Rosalie. Rose. ¿Estás bien? ¿Te han hecho daño?
Se giró lentamente, manteniendo su mirada en el suelo pero en lo poco de su pálido rostro que tenía a la vista atisvé un indicio de lo que parecía una sonrisa falsa
Alcé su mentón para que nuestros ojos se encontraran y ahí lo vi. Su cara reflejaba el gran esfuezo que estaba haciendo para contenerse
Rosalie:
Quería matarlos. Aún quiero matarlos
Bella:
Pero no lo harás. Se que en el fondo una parte de ti no quiere hacerlo. Lo importante es que estás bien, ambas estamos bien. Me has salvado
En ese momento Rose pareció darse cuenta de algo que yo ya había pasado por alto. Se acercó a mi y fijó su mirada en mi cuello mientras sus ojos cambiaban de color
Inconscientemente llevé mi mano a la herida con intención de taparla, pero no retrocedí
Rosalie:
Bella, tu cuello
Bella:
Estoy bien no es nada
Rosalie:
No me mientas. Vámonos, te llevaré con Carlisle y él te curará
Bella:
No dije nada más, me subí al coche con ella y suspiré cuando noté que Rose había arrancado un trozo de su blusa para colocármelo en el cuello mientras presionaba sutilmente y me aliviaba el dolor con el contacto de su mano fría
Gracias
Rosalie:
No deberías dármelas. Te he puesto en peligro
Bella:
No ha sido culpa tuya
No recibí respuesta, Rose se limitó a conducir de camino a su casa mientras mantenía una expresión seria y la vista fija en la carretera