JOHNNY
Me acomodaba el flequillo mientras le hacía pucheros a mi reflejo¿Algo raro? Lo sé. Decir de antemano que estaba nervioso por ir a lo que sería mi nueva universidad.
Aquí estaba yo, en mi habitación, empacando mis ropas para ir a mi primer día como universitario.
Bajando las escaleras con mis maletas y Smith, el mayordomo, se acerca para ayudarme a bajarlas.
-¿Ya te vas?-. Aparece mi padre como si de la nada.
-Sí-. Llego a decir mientras le doy las maletas a Smith.
Mi padre se acerca y me mira fijo. Verlo a él llevando traje casi siempre es como si fuera el mismísimo presidente.
-Si no estás bien con esto te puedo trasladar sin ningún problema-. Dice con su cálida voz como si intentara suavizar el hecho de que me iba a la universidad y voy a dejar solo en casa.
-Estoy bien papá, no te preocupes-. Digo mientras le doy un abrazo.
Tengo que aclarar que a mi padre no le gusta que vaya a una universidad que no sea privada porque según él puede arruinar su reputación, y es que con todo el dinero que ha heredado de mi abuelo y toda la fortuna que puede llegar a tener es increíble que este hombre sé preocupe más por mis estudios que por mi bienestar.
-Ya tengo el coche allá fuera-. Aparece mi madre abriendo la puerta. Nos volteamos a verla.
Desde que Sofi llegó a nuestras vidas todo ha cambiado para bien, su hija Sara quien se convirtió en nuestra hermanastra ha traído el bienestar y la paz que no habíamos tenido en años en nuestra familia.
-Ya voy de inmediato-. Giro mi mirada a mi padre.
-Voy a estar bien-. Le doy el abrazo más grande que le he podido dar.
Me acerco a la entrada y entro al coche. Sofi viene después y lo arranca para llevarme al viaje de mi nueva vida.
-¿Seguro que vas a estar bien?-. Dice ella poniendo atención a la carretera.
-Ma, tengo 18-. Dije un poco borde.
-¿Y eso qué? Yo solo quiero que estés bien y que estudies-. Dice ella mientras toca mi hombro con la mano libre.
-Como digas-. Dije sacando mis cascos de la mochila y llevándolos a mis orejas.
Mientras llegábamos a mi universidad, me quedé viendo desde la ventanilla del coche hacia las grandes instituciones que habían, una casa rosada que se veía lejos, al parecer debe ser una fraternidad de esas, y por supuesto, un grupo de porristas haciendo de sus coreografías y demás.
Mi madre se detiene precisamente en el mismo frente que la universidad.
-Te voy a extrañar-. Dice dándome un abrazo, incómodo ya que estábamos dentro del coche.
-Y yo a tí-. Llegué a decir, me sentía mal porque no iba a ver a mi familia durante todo un curso.
-Mañana te mando las maletas-. Afirma mientras voy saliendo del coche.
Arranca el coche y se va mientras me quedo embobado como se aleja. Tomo un respiro y entro.
Literalmente no veo a nadie, al parecer todos estaban en clases y tampoco me iba a quedar parado en medio de ese vacío así que camino hacia las escaleras a saber cuál sea mi clase.
Subo y veo una puerta a la izquierda, de hecho, es la única puerta que hay en la izquierda y a la que podemos entrar de este pasillo.
Con los nervios a flor de piel, abro la puerta y sin que me mire el profesor veo que todo el auditorio está concurrido de estudiantes que casi no había ni donde mover un pie. A lo lejos se veía un asiento en la hilera del medio, camino rápidamente hacia él y me siento sin hacer el más mínimo ruido.
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Novatos © (1)
Romance(...) Verlos a ellos me hizo sentir como sería el resto de mi años en la universidad. Johnny, César, Roberto y Mariana son cinco desconocidos que solo comparten aula en la universidad, pero esa aula es lo que les hace unirse como amigos y sobrevivir...