Pintura para un pincel

Bosque, nieve, sangre...

R: carajo carajo carajo -insultaba un joven alemán de tan solo 19 años, corría a como podía en el bosque lleno de nieve, blanca, blanca como la luna.

Corría de una forma apurada, dejando en la blanca nieve manchas de sangre, de dónde brotaba esa sangre?, Regresemos 10 minutos atrás.

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S:y bien? Que dirás? "Oh Soviet te traicione por querer darle lo mejor a mi país" -musito enfadado el soviético mirando al aleman quien temblaba en el asiento que tenía delante de aquel ruso-

R: es que, es cierto!, Le quería dar lo mejor a mi país! A mí gente! -grito desesperado aquel joven tratando de darle a entender al soviético que realmente sus intenciones eran "buenas"-

S: realmente piensas que creeré?, Oh vamos Reich, ni siquiera te crees esa mentira! -grito el soviético golpeando su pierna mirando al nazista-

R:pero...-un golpe resonó en la habitación, el sovietico se había lanzado encima del nazista, golpeaba la mejilla de este repetidas veces-

S: después de todo lo que hemos vivido! Todo lo que hemos pasado! Las penas! Los tragos amargos! El amor! Dividir a Polonia para ambos! Y se te ocurre traicionarme solo por mero capricho de tu dictador?! -gritaba llorando el sovietico mientras golpeaba a este, se levantó agarrando al alemán del cuello para lanzarlo hacia la pared-

R: Soviet, puedo explicarlo enserio que puedo explicarlo! -grito el alemán mientras lloraba, su boca sangraba, trataba de buscar protección del sovietico en algún lugar de esa habitación-

S: ya no tienes nada que explicar...-susurro el ruso, saco una pistola de su traje, para apuntar al alemán- tienes 2 minutos para correr lo más que puedas...si te alcanzo morirás nazi...

Ese apodo, ese apodo, Reich sabía que Soviet iba enserio ya no tenía escapatoria, se levantó lo más rápido que pudo para empezar a correr adentrándose al bosque helado.

Uno, dos disparos se escucharon el nazista cayó en el suelo, una bala había dado en su pierna, un grito se escuchó, el sovietico se acercó hacia donde había logrado percatar y escuchar ese grito.

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R:mierda mierda... - seguía insultando, su cuerpo ya no daba más el bosque estaba helado, temperaturas que solo los rusos soportaban-

Llegó a la orilla de un acantilado, ahora para dónde iba?, No tenía respuesta escucho pasos cercanos, retrocedió un poco, se balanceo sobre su propio peso apunto de caer, fue sujetado por el cuello de su chaleco por parte del sovietico

R: Urss por favor, tengo dos hijos, por favor no me mates te lo ruego... -sollozo el alemán mientras observaba a este-

S: eso debiste pensarlo desde antes de traicionarme maldito nazista...-susurro con dolor en sus palabras el ruso, simplemente lo bajo al suelo lleno de dolor-