Reencuentro.

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Red Son estaba solo en su taller, trabajando en uno que otro robot, no era para dominar el mundo, simplemente estaba aburrido, y algo confundido.

¿Porqué me disculpé con esa chica?, Pude haberla ignorado y ya, no era necesario esa humillación.

Bueno, sea lo que sea, no me importa, no es como si lo vuelva a ver.

Sus pensamientos son interrumpidos por una notificación de su teléfono, era Mei, cierto, se le olvidaba que la chica dragón tenía su contacto, genial.

Mei: Hola, Red boy, estás libre hoy (⁠ㆁ⁠ω⁠ㆁ⁠)?

Red son: No, no lo estoy 😡

Mei: Aww, vamos no seas así, por favor Ó⁠╭⁠╮⁠Ò?

Red son: ¡No significa no!

Cuando termino, azotó el teléfono en la mesa, estaba tan enojado que podría explotar, no quiere que esa chica dragón lo moleste, tiene mejores cosas que hacer. Era su amiga, si, pero algo molesta e irresponsable.

En un intento de tranquilizarse, sale de su hogar para dirigirse a un parque, afortunadamente no hay mucha gente hoy, tal vez sea por el hecho de que va a llover, en realidad esa era la razón por la que no quería ir con Mei en primer lugar, pero pensó que si se lo decía, ella solo insitiria más.

A pesar de saber el pronóstico del clima, no llevo consigo un paraguas, lo cual es lo peor porque con solo mojarse un poco, sus poderes de fuego no funcionan. Las gotas de lluvia empezaron a caer, su día no podía estar peor.

—Rayos, lo que me faltaba— Murmuró Red colocando sus brazos encima de su cabeza, intentando cubrirse de la lluvia.

—¿Necesitas ayuda?— Dice una voz que para Red son le resulto sospechosamente familiar, queriendo confirmar su teoría, voltea la cabeza hacia atrás, confirmando así sus palabras: era Tessa, vestía una sudadera púrpura con dibujos de estrellas, unos jeans color azul oscuro, una camisa con un dibujo de un zorro, unos tenis rojos y tenía el cabello suelto, además de traer un paraguas color vino.

Verla así hizo que su corazón se sobresaltara, no podía negar que se veia... ¿Bonita?, Es decir, su cabello era negro con algunos mechones naranjas, sus ojos era color cafe, y su piel tenía una tez morena. Era muy bonita... Espera, ¿En qué está pensando?

Rápidamente se sacude la cabeza, en un intento de quitarse de la mente todos esos pensamientos.

—¿Estás bien?— Pregunto Tessa, mirando preocupada al demonio, luego su mirada cambia de preocupación a confusión—. Oye, ¿Te conozco?

—Ammm, ¿Tal vez?— Balbuceó Red, viendo a todos lados menos a ella.

—¿No eres tú el chico con el que tropeze ayer en la tienda de herramientas?— Insinuó Tessa, entrecerrando los ojos.

—Si, ese soy yo— Confirmó el principe, rascándose la nuca, ¿Porqué estaba nervioso?—. Cómo sea, *se aclara la garganta* Tu debes ser Tessa, ¿Verdad?

—Sip, y tú debes ser Red Son, ¿verdad?

—Recuerdas mi nombre, por lo general la gente no suele recordarlo tan fácilmente.

—Bueno, yo no formo parte de “La Gente”— Señalo la chica, haciendo comillas con las manos—. Aunque mi pregunta sigue en pie, ¿Necesitas ayuda?

—No necesito ayuda, yo puedo so...

En ese momento, un gran aguacero cayó del cielo, empapando a Red por completo.

—Esta bien, talvez si necesite ayuda— Dijo el demonio luego de unos minutos.

La Vela De Mi Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora