Caitlyn.

VII

Lo único que puedo decir es que eres asombrosa, nuestra primera cita fue increíble; hablamos hasta más no poder, me contabas sobre libros, yo hacía lo mismo, comimos en un lindo restaurante que personalmente, es uno de mis favoritos; después fuimos a dar una corta caminata en un parque cerca, tomaste mi mano, ¡Dios mío, Caitlyn! En ese momento estaba a punto de convulsionar; tomaste mi cara y me besaste, fue un beso que empezó lento y se tornó apasionado, al separarnos por ausencia de aire me susurraste al oído «te equivocaste de juego» me volviste a besar y te despediste, me quede viéndote mientras te perdías en el panorama, creo que esa fue mi noche favorita contigo.