𝐒𝐢𝐩𝐧𝐨𝐬𝐢𝐬

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Septiembre 16 - 1323 d.C

— ¡Minho!

Al entrar a la casa  todo estaba completamente solo. Sus manos comenzaron a temblar por el pánico, olía extraño pero sabía que no estaba ahí. No sentía su presencia.

Salió nuevamente de su vivienda y corrió, saltando sobre los tejados de las demás casas. La pocas personas lo miraban y no entendían que le sucedía, asimismo, tampoco entendían como fue que pudo saltar tan alto y menos que se moviera con tanta rapidez.

Se adentró al bosque, desenvainando su espada para poder abrirse camino entre ramas y hojas.

— Mierda, mierda, mierda. — Su corazón no latía, pero sentía en ese momento que lo hacía de manera desenfrenada.

Desde que le avisaron que algo malo le había sucedido a su pareja, no dudó en salir disparado hasta su casa. Él no puede defenderse contra bestias como lo son los vampiros, él no tiene la fuerza, es solo un simple mortal.

El viento pegaba fuertemente de su rostro ante su velocidad, pero solo se detuvo ante el fuerte aroma a sangre que lo golpeó repentinamente.

Subió la mirada y lo vio...

— Por favor no... — Soltó el arma en su mano de la impresión y cubrió su boca, retrocediendo un poco con pasos torpes. — no, no...

La persona que tanto ama estaba ahí, colgada. Todas las partes del cuerpo colgadas. Lo mataron, lo descuartizaron y lo dejaron tendido de un árbol.

Y todo es su culpa...

Su cuerpo comenzó a temblar y los recuerdos creados con su pareja inundaron su mente; todos esos momentos que no se sentía como lo que es, se sentía vivo y tan humano como él. Lágrimas saldas abundaron en sus ojos.

Llegó tarde... llegó tarde para salvar a quien lo salvó a él.

Sus manos apretaron su cabello en un acto de desesperación y cayó de rodillas; la fuerte ventolera golpeando su cuerpo, cada vez volviéndose más violenta.

La luna se tornó completamente roja.

Abrió con una escalofriante lentitud sus ojos, mirando el pasto ensangrentado ser iluminado por una brillante luz carmín. La luna acompañaba ahora los irises del vampiro, quien estaba envuelto en un profundo dolor y creciente odio.

Todos aquellos cuervos que estaban alrededor comenzaron a caer al suelo sin vida y muchos de los animales cercanos que huían se desvanecieron; todo a causa de esa mirada sangrienta y la furia de la luna.

Árboles perdiendo su vida, flores, arbustos y hierba también. Todo volviéndose negro, como si hubiese sido consumido por el rabioso y potente fuego.

La maldición de sus ojos había tomado más fuerza de la esperada.

Para el mundo fue un error haber asesinado a Lee Minho.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2023 ⏰

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