Unico capitulo

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Nota: La historia cuenta con errores ortográficos que serán corregidos en breve

Sus ojos se abrieron con pereza y en cuanto captaron la luz que se colaba en la habitación volvió a cerrarlos. El sabor amargo del alcohol aún seguía en sus labios, la cabeza le dolía como el demonio y sentía su cuerpo sudado y entumecido. Soltó un sonoro suspiro cuando sintió su teléfono vibrar a su lado. Pasó una mano por su cara con fastidio y en cuanto se sentó todo a su alrededor dio vueltas, corrió como pudo al baño y soltó toda la mierda de la noche anterior vomitando asta las entrañas, pero aún se sentía morir, una mueca de fastidio seguido de un gruñido fueron soltados por el hombre al sentir como su teléfono seguía vibrando y sonando a todo volumen, el sonido de su tono de llamada le estaba rompiendo los tímpanos y aumentado el dolor en su cabeza.

Tomó el aparato y al ver quién lo llamaba soltó una risa amarga y rechino sus dientes, "My love" decía en letras grandes y encima una foto de una bella castaña de ojos café que sonreía, colgó, se sentía demasiado mal como para hablar o mejor dicho discutir con su esposa ahora. El teléfono volvió a sonar y repitió la acción de antes al ver que era ella de nuevo, la noche anterior también había hecho esto varias veces, hasta que el sonido dejo de llamar su atención ante la diversión que tenía delante. Otro sonido, esta vez un mensaje.

"¿Dónde estás? Ayer fue nuestro aniversario y no te signaste siquiera a pasar por aquí, no sabes la vergüenza que me has hecho pasar con nuestra familia cuando llegues a casa te voy a matar"

Mientras se vestía notó algunos detalles que lo hicieron palidecer, se había quitado su anillo de oro de casado y lo había puesto en su bolsillo izquierdo del pantalón y ya no estaba, no solo eso tampoco estaba su cartera, ni las llaves de su choche, tocó su cuello y noto que su cadena de oro con el nombre de su esposa tampoco se encontraba, bueno eso no lo iba a extrañar, gruñó al entender lo sucedido. Despertar solo después de una noche de pasión con una joven de la vida galante no era extraño y no le dio importancia cuando se levantó, pero encontrarse totalmente solo y sin nada de valor, eso ya era un problema, jadeo molesto saliendo de esa habitación de motel barato, daba gracias al hecho de que la noche anterior había pagado el cuarto antes de caer en las garras de la joven ladrona.

La palabra "Karma" era lo único que pudo pensar, era un fiel creyente que las personas tenían lo que merecían y por ello no solo trabajaba en la policía, también era una persona bastante pacifista y rara vez se metía en pleitos. Pero ayer no pudo resistir la tentación, por primera vez en años quería hacer un mal, uno pequeñito como escaparse del matrimonio abusivo en el que se encontraba atrapado con una mujer agresiva y loca que no dudaba en gritarle o agredirlo frente a sus hijas y usar a estas mismas como moneda de cambio para que no la deje.

Ayer se cumplían diez años desde que toda la odisea había empezado, y aunque sabía que le saldría caro no pudo pensar siquiera en llegar a casa y ver a sus familiares y amigos celebrando su "Feliz" matrimonio, escuchando a su mujer burlarse y no dudar en humillarlo frente a las personas que quiere mientras él se emborracha hasta perder la conciencia y terminar quedando como un borracho de mierda que es cuidado por su pobre y amorosa esposa frente a su familia como los años anteriores, así que saliendo de su turno de trabajo paso antes por un bar, preparándose mentalmente para lo que le esperaba, tomando su primer trago en soledad hasta que una voz interrumpió su soledad.

Era joven y delgada, casi a un nivel procurante a decir verdad, unas piernas largas pero con mulsos carnosos y apetecibles casi nada cubiertos por una minifalda de mezclilla, su ombligo era expuesto con un pircing de mariposa blanca y sus voluptuosos senos se denotaban con el gran escote que tenía esa blusa blanca que daba una cruz en su pecho, su rostro también era hermoso, su bronceada piel jugaba bien con sus ojos peculiares, pero hipnóticos de color rojo que eran cubiertos por su rubia cabellera, labios carnosos y con un delicioso lunar bajo su respingada nariz, justo sobre su labio. Se presentó como "Ruby", de veinte años, su voz era sensual y grave, denotando lujuria con cada sílaba.

La culpa del karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora