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"No tiene ningún sentido. ¿Cómo terminaría la rebelión si te casas con el enemigo de la nación?, ¿Así es cómo piensas recuperar las tierras del norte?"

La voz de Wonwoo retumbaba en su mente uniéndose al resto de dudas que le carcomían la cabeza.

Sabía lo que Wonwoo pensaba; estaba siendo influenciado otra vez.

"El meterlo a tu cama ha sido la peor decisión que haz tomado"

Repasó sus recuerdos de la noche anterior. Por supuesto que el encuentro fue placentero, más que cualquiera que haya tenido en los últimos meses. Pero no fue eso lo que lo convenció.

Hubo algo en su discurso que llamó su atención. 'Carat se interpone entre Quartz y Serenity' eran palabras que su padre solía afirmar pues estaba seguro de que las desgracias de ambas naciones se debía a su vecino del Oriente.

Sin embargo, no se explicaba cuál era la razón por la que Jeonghan quería ayudarlo. ¿Qué gana Serenity uniéndose a Quartz?, la decisión era cuestionables pues ninguno de los pueblos tenía una buena imagen del otro. Los considerarían traidores en cuanto se enterarán de la noticia.

¿Sería mejor entregarlo a Carat? El día que llegó la propuesta de Seungcheol se sintió renuente a entregarlo. Era el típico tratado de Carat, tomando lo que quería a cambio de riquezas y amenazando con su poder.

La presión era tanta que por un momento estuvo dispuesto a aceptar, pero la reacción de Jeonghan cuando se lo planteó lo hizo cambiar de opinión. Esa noche parecía tan frágil e indefenso que no tuvo más opción que elegir protegerlo. Además sabía el verdadero valor del príncipe de Serenity.

"La amenaza de rebelión está latente, el señor Kim ha decidido dejar la región para resguardarse en la casa de verano"

La sola mención de su tío lo tensó.

Por supuesto, después de tomar las peores decisiones comerciales para beneficio propio, había decidido huir.

Él mismo se recriminaba por no poner la suficiente atención. Ya había ocurrido con anterioridad cuando su tío le brindaba los placeres banales de la vida para distraerlo de lo que era verdaderamente importante.

Lo que más lo molestaba era que había pasado durante su mandato de papel, además, el tratado llevaba su firma.

Había confiado en él ¿qué tanto daño podría hacer su propia familia?

"¿Hay alguna información?, ¿qué saben tus hombres?" Habló en cuanto se dio cuenta de que el guardia esperaba una respuesta.

"Un mes. Esperarán a qué termine la temporada de calor y lluvias para avanzar hasta aquí. Al parecer son más hombres de los que teníamos contemplados, hombres preparados posiblemente ex miembros de nuestra propia milicia" el tono firme de su voz se fue apagando conforme daba la noticia. "Sea cuál sea tu plan debe de efectuarse a la brevedad"

Mingyu asintió. "Llama al canciller. Tendremos que adelantar el acuerdo."

...

No era el momento ni la forma y mucho menos la persona con la que imaginaba casarse, pero ahí estaba delante de la persona qué se supone debería odiar, del dirigente de la nación a la que juró venganza.

Aún así, no se sentía mal. Al contrario había un chispa, un latente fuego vibrando bajo su piel.

Cómo la primera vez que lo vio postrado sobre su cama, la primera vez que lo reconoció, la primera vez que lo tocó.

Nunca lo admitiría en voz alta pero bien sabía que con la llegada de Jeonghan su vida había dado un giro. Aún no podía determinar si para bien o para mal, porque así era todo lo que tenía que ver con el príncipe de Serenity, sensaciones y emociones más que ideas.

Príncipe CaptivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora