Un poco común triángulo amoroso ♡ vhopekook ❀ omegaverse

CAPÍTULO CUATRO: RIVALIDAD ENTRE ALFAS

JungKook salió de la ducha por segunda vez en el día, jadeando y apretando entre sus dedos la toalla en su cintura. No podía creer que en serio se hubiera bañado dos veces sin tener una razón lo suficientemente importante y estaba a punto de acudir al hospital si aquello seguía pasando. Es decir, entendía a la perfección haber tenido una dura erección esa tarde de domingo porque el celo eso le provocaba, claro que iba a tener erecciones, pero no podía creer que aunque se masturbara y tuviera su orgasmo, su pene volviera a levantarse y el calor en su cuerpo se tornara casi sofocante, incluso podía jurar que los síntomas estaban empeorando a comparación del día anterior o hasta de sus celos anteriores.

El primer día el calor era abrasador, los dolores de cabeza comenzaron y estaba tan harto con todo que ni siquiera se preparó comida, solo pidió un delivery y accidentalmente asustó al repartidor con un gruñido al darse cuenta de que no traía cambio. Su malhumor no mejoró con la llegada de un nuevo día y el domingo se había reducido a tener erecciones, masturbarse y a quedarse dormido, por lo que estaba dudando de que pudiera ir a clases el lunes.

—Mierda —masculló en estrés cuando se lanzó a la cama de nuevo, ni siquiera preocupado por ponerse algo de ropa. Descubrió su pelvis, esperando no encontrarse con una erección nueva porque no estaba con ganas de masturbarse de nuevo y tampoco quería ponerse bajo el agua fría—. Por favor, quédate así —casi rogó al ver su pene flácido y suspiró con cansancio, mirando hacia el techo de su habitación con agotamiento.

Delineó sus encías con su lengua y formó una mueca al sentir los colmillos más grandes sobre sus otros dientes, mostrándose con orgullo mientras su alfa se removía dentro de él con impulsos de algo que él no iba a darle. Su cabeza no dejaba de repetir la imagen de ese chico sonriente y brillante, tomando su mano con duda y mirándolo como si pudiera leer cada uno de sus pensamientos. Su lobo no dejaba de aullar por el recuerdo y él no podía entender qué significaban todas aquellas explosiones en su pecho, nunca había sentido algo así y ciertamente estaba un poco aterrado.

Uno de los síntomas de su celo también era la necesidad de recibir cariño, por lo que se sentía un poco malhumorado por eso también, ya que ni siquiera tenía a su madre cerca para que ella le rascara la espalda como le gustaba y jadeó con cansancio, esperando que la etapa de calor terminara de una vez por todas.

De por sí, era algo penoso que su cabeza no dejara de pensar en el omega que había visto una sola vez en su vida y es que no había manera de que lo que había ocurrido en la cafetería fuera algo normal. Así mismo, no podía creer que estuviera considerando la idea de un "amor a primera vista" porque era lo único que parecía explicar lo sucedido, lo raro era el celo, claramente.

Cuando el lunes llegó, JungKook decidió no ir y mandó un aviso al profesor y a la universidad para que no se tomara en cuenta en su registro de asistencia. Se tomó el día para pensar en lo que haría una vez se presentara a clases nuevamente y la idea de encontrarse con TaeHyung le provocaba tanta incomodidad en el estómago que terminaba tratando de pensar en otra cosa.

Como se suponía que era el último día de su celo los síntomas no deberían ser tan fuertes y, al menos para él, el cansancio era lo que reinaba a la par que la necesidad de ser mimado, por lo que lo pasó algo triste, lloriqueando en la soledad de su habitación mientras esperaba que alguien lo ayudara. También, ignoraba el constante tintineo de su celular porque sabía quién era y no quería saber nada al respecto.

El martes, después de una horrible noche en la que no descansó casi nada por la insistencia de su lobo, los efectos eran soportables y a pesar de que le habría encantado, él no podía faltar a clases otro día. Así que, con un par de supresores en su sistema e inhibidores en aerosol sobre su cuello, salió de casa, esperando que el día pasara rápido para regresar a su cama y seguir con su sufrimiento.