One Shot

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Maldito, maldito Deku.

No había un solo momento en el que ese nerd de mierda le quitara la vista desde encima. Quería explotarle el rostro hasta cansarse.

¿Acaso era una forma silenciosa de declararle la guerra? O ¿Diciendo que pronto lo superaría?

Rió.

Eso sería imposible. Jodido arbusto, ni siquiera pestañea ¿Tenía algo en la puta cara? No sabía lo que era ser disimulado.

Giro su rostro hasta verlo de la peor de las formas, de la manera en la que siempre lo veía, con desprecio, no había nada más que odio hacia el pecoso.

Pero la reacción del nombrado no fue nada de lo que esperaba el peli cenizo pues Izuku le sonrió con nerviosismo, tanto nerviosismo que parecía estar a punto arrancar un pedazo de pupitre y su cara estaba tan roja que parecía un puto tomate.

¿Ah?

Katsuki le miró confundido pero no le dió más importancia y volvió a lo suyo, lo cual era ignorar todo a su alrededor. Su mente no se iba a inundar de dudas respecto a ese idiota.

Luego de unos minutos el timbre del receso sonó y nuevamente el estúpido del pelo pincho se le pegó como una pulga. ¿Que acaso todo el mundo era lo suficientemente idiota para no darse cuenta de que odiaba todo y a todos?

Pero ya estaba harto de gritar, así que solo le dejo pegarse y restregarse en él aún cuando mantenía su rostro de pocos amigos.

-¡Kats-bro! Mi amigo más varonil, ¿vienes con el squad al arcade ésta tarde?- Habló eufórico como siempre, era irritante pero se estaba acostumbrando, con un movimiento algo brusco se separó de su agarre por los hombros.

-Ni lo sueñes, pelos de menstruación.- Chistó enojado, saliendo del salón sin ver, ni esperar a nadie. No aguantaba las horas de volver a su maldita casa a dormir, siquiera tenía ánimos de entrenar.

Pero para su mala suerte los inútiles de sus autoproclamados amigos, le seguían por detrás como perritos falderos. De nuevo se quejó, si no podía mantenerlos alejados de él, al menos que sirvieran para algo.

Como siempre a su lado estaba el perrito número uno, la roca parlante. Al ser este quien estaba más cerca tomó sin cuidado su corbata, acercándolo a él mientras caminaban, dando la ilusión de ser una correa .

-Trae mi maldito almuerzo, me iré a sentar.- Dijo brusco pero con voz tranquila para así soltarlo y seguir su camino, desviándose de los demás que iban a servirse.

Cuando se sentó por fin tuvo un momento de paz, pues al menos los demás inútiles del instituto le tenían el suficiente miedo para no acercarse. Colocó su pierna en la banqueta poniéndose cómodo y dió un largo suspiro. Sólo debía encargarse de ser el héroe número uno pero el estrés que le causaban los jodidos extras era mucho.

Cuando abrió sus ojos pudo divisar el peor de sus problemas, era el cabello de oveja verde para notar que, otra vez, no le apartaba la vista. Lo veía desde su mesa, con quienes estaban otras personas sin importancia, tales como la cara redonda y el pesado peliazul.

De inmediato evitó su mirada dirigiéndose hacia cualquier otro lado, lo único que el raro nerd provocaba en él, era desquicies al igual que dudas, sin embargo ahora estaba de algún modo, incómodo; continuaba sintiendo su penetrante y sumamente molesta mirada.

Estaba harto.

Aún le parecía poco creíble el cambio de aquel inútil, pasar de ser un triste quirkless a tener uno, poderoso. ¿Era una jodida broma? Parecía habérselo ocultado como el bebé llorón que era. No, no podía desarrollar su quirk tan tarde, nunca se ha visto. Además de que creció demasiado, solía ser una cosa escuálida y débil, ahora incluso tiene una buena definición y altura, eso le jodía la vida.

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⏰ Última actualización: Jun 09 ⏰

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