Aves rotas (NaruHina)

8

El sol se posaba sobre su cuerpo. Naruto estaba siendo paseado por aquellos guardias que lo habían torturado hace algún tiempo. por algún motivo, Hiashi ahora estaba mas que concentrado en mantenerlo vivo por lo que, los había puesto a ambos a cuidar a aquel muchacho.

sin duda alguna debían mantener a ese muchacho a salvo si querían preservar la paz de ese pais dado que podía ser el puente entre ambas naciones mas teniendo en cuenta los sentimientos de su hija. aquella guerrera que no se callaba nada, aquella mujer que era mas combativa que cualquiera que haya conocido.

-¡Rápido princesa, dame veinte flexiones mas!- una de las instructoras militares estaba tomándole el curso de ingreso por separado a Hinata y por ordenes explicitas de Hiashi, iba a hacer ese ingreso lo mas duro que la Hyuga iba a experimentar en su vida para evitar que su hija siguiese con aquella rebeldía.

lo que claramente no se esperaba era la voluntad de hierro que su hija tenia-¡a correr ya!- la Hyuga se levanto de ese suelo lleno de barro y comenzó a correr por aquel batallón con velocidad seguida por aquel vehículo que conducía su instructora-¡sigue corriendo! ¡dame todo de ti!- ya era el sexto día en el que forzaban a Hinata. la realidad era que ella no había hecho adaptación a la vida militar. directamente la habían colocado en la rutina mas pesada que los soldados pueden hacer y eso, la Hyuga lo había notado-¡sube esa puta colina princesa! ¡rápido, rápido!- Hinata corría con furia mientras que, camuflándose con las gotas de lluvia, su rostro se llenaba de lagrimas.

Se estaba rindiendo, se estaba frustrando, las palabras de su madre y su padre resonaban en su cabeza "¡Abandona esa idea estúpida! ¡no toleraras una semana allí!" no quería darle la satisfacción a sus padres de tirar la toalla y como si su vida dependiese de ello, comenzó a darlo todo, comenzó a correr a su máxima velocidad sin importar que sus piernas quemaran, sin importar que sus pulmones estén a nada de explotar ella siguió corriendo.

subió aquella colina ignorando los gritos que detrás de ella se escuchaban, aquellos gritos que le decían que era una inútil, que no era apta para eso, que se debía rendir- ¿estas exhausta?- la mujer se paro junto a una Hinata que se encontraba tirada sobre aquel barro intentando recuperar el aliento- renuncia.

-no- la muchacha murmuro aquello y inevitablemente le saco una sonrisa a aquella mujer que encontra de lo que su alteza había exigido decidió dar su brazo a torcer y por fin darle aquel descanso que tanto merecía esa muchacha.

-no quiero que lo cuiden ese par. estoy segura que ellos lo dejaron como esta- la muchacha miro a Hana que se apoyo a su lado en la ventana- se que crees que estoy loca... mi primera vez con el enemigo, irme de este palacio para meterme en la fuerza aérea y- Hana suspiro negando silenciando a la muchacha.

-no... loca no- La mujer miro hacia el muchacho que estaba junto a los dos guardias- eres sin dudas una muchacha intrépida, era cuestión de tiempo que encuentres al amor de tu vida- Hinata se sonrojo al escuchar aquello- y no me sorprende que haya sido ese chico... por lo que escuche, no dijo una palabra en su interrogatorio ¿te parece familiar eso?- Hinata bajo su rostro entendiendo que el era muy similar a ella- siempre supe que me ibas a abandonar un día de estos- quizas la forma en la que ella se expreso no era la correcta, pero Hinata estaba entendiendo lo que ella trataba de decirle- pero... yo... como madrastra... ¿Qué mas puedo pedir? eres sin dudas lo mas valioso que tengo en mi vida Hinata y cada vez que actúas me enorgulleces por que lo haces como yo hubiese deseado- la muchacha al escucharla no pudo evitar abrazarla-si hubiese sido capaz de tener hijos... me hubiese encantado tener una niña como tu... una tan noble y amorosa como lo eres tu.

-yo soy tu hija- La Hyuga aferrada a ella hablo y con total seguridad dijo aquello- tu eres mas mi madre que Natalia- la mujer suspiro al escuchar aquello y obviamente se sintió en una encrucijada por estar interfiriendo en algo que no le correspondía.