꧁ M O N I Q U E ꧂
La habitación de Leni es cálida y nuestros pies se tocan en todo momento por lo cerca que estamos sentadas una de la otra, pero entre su cuerpo y el mío yace una botella de vidrio sobre la cama. Leni suelta una carcajada cuando la boca de la botella me apunta directamente.
—Tal parece que tu mala racha no te abandona jamás —cierro los ojos pensando en cuántas cosas he hecho esta noche por culpa de esa estúpida botella trucada.
—Cambiémos de lugar —le exijo mientras ella finge pensar—. O haz hecho un pacto con satán o yo no estoy lo suficientemente consagrada con Dios.
—Lo haremos —acepta con benevolencia, pero su sonrisa me da otra impresión completamente distinta—. Después de que cumplas con tu reto.
Coloco mis palmas juntas y le rezo a todos los dioses de allá arriba que acaben con el suplicio de una vez.
—Tu reto será...—los ojos de Leni se pasean por toda la habitación, buscando qué cosa aún no me ha puesto a hacer, para variar. Después de unos segundos de silencio, sonríe con travesura—...Deberás bajar y robar la botella más costosa de mi mamá.
—Haría eso si quisiera que me maten —bromeo rápidamente, pero la sonrisa no desaparece de sus labios—. Es la fiesta de cumpleaños de tu madre y las botellas están justo frente a la entrada del salón, si mi padre me ve–
—Estarás respaldada por mí, no te preocupes —hace un vago gesto con la mano para restarle importancia. Claramente las cervecitas que hemos tomado ya le han hecho efecto—. ¿Tomarás el licor o...?
Sopeso mis opciones, las cuales no son más que dos. Tomar el licor significa tener una gran posibilidad de ser reprendida y castigada por mi padre, que se encuentra disfrutando plenamente del cumpleaños de su gran amiga Heidi Klum. Sin embargo, no aceptar el reto significa tener que hacer todo lo que me pida Leni por dos semanas enteras. ¿Qué pesa más sobre mí? ¿Desobedecer o mi orgullo? La respuesta es bastante clara.
—Si nunca más tengo permiso para salir de fiesta, al menos hasta que cumpla los treinta, va a ser culpa tuya.
Descendemos las escaleras con cautela y con pasos suaves bajamos cada escalón. A pesar de mis calcetines el suelo de mármol se siente helado bajo mis pies y mis manos tiemblan por los nervios. Cuando llegamos al final de la escalera me doy cuenta que no hay nada de luz abajo y apenas entra un rayito de nada debajo de la puerta que da al salón. Me doy media vuelta sólo para que Leni me vea sonreír con triunfo.
—No puede ser —se lamenta y yo suelto una risita silenciosa.
Me acerco a la puerta que da al salón para asegurarme que realmente esté cerrada, se escuchan el bullicio de la gente, la música a un volumen muy alto y los gritos felices de una mujer. Me doy la vuelta para ver a una Leni cayendo en total decepción y le muestro una sonrisa descarada.
—Está cerrada —susurro con burla, ella niega pero le doy dos toquecitos a la puerta—. Otro reto superado, no por favor, guarden los aplausos —me acerco al enorme estante con un montón de botellas, todas llevan precios extravagantes, así que solo cojo una y la sacudo en el aire demostrando mi victoria, pero me detengo cuando veo que a Leni no le hace mucha gracia—. Luces algo molesta. No deberías, sabes que soy muy buena en todo lo que hago.
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Mozzafiato. 「𝐭𝐨𝐦 𝐤𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 」
FanfictionA Tom siempre le han gustado las mujeres mayores, así que jamás se imaginó que terminaría completamente loco por la mejor amiga de su hijastra. Pero ella sí lo supo desde la primera vez que lo vio; estaba segura que Tom Kaulitz sería suyo. (⚘) Prohi...