Momento 1: Abandonando el corazón en Karakura
Al momento en que me di cuenta de que Ichigo no me podría ver más, caí en cuenta que algo estaba pasando internamente arremolinándose, pensamientos que luego de todo ese tiempo no había dejado que salieran. Lo odiaba.
Se me venían a la mente cientos de preguntas, pero las principales era: ¿Cómo podré comunicarme con él? ¿Cómo calmará sus ansias de salir a ayudar a la gente que le importa y que ama? ¿Cómo podrá proteger su corazón?.- entonces sucedió, mi mente liberó aquello que nunca quise siquiera creer o pensar, lo evitaba a toda costa, porque creía que era una persona especial, un amigo qué atesorar, pero solamente eso.- ¿Pensará en mí? ¿Lamentaré extrañarlo y no tener contacto con él? ¿Volveremos a vernos siquiera? ¿Él... podría hacer una vida... sin mí o yo sin... él?.
Por fin, una parte de mí dolía y mucho, pero también liberaba ese malestar que no quería soltar y sincerar: mis verdaderos sentimientos, reprimidos por el tiempo.
Rogué al cielo que existiera una forma que pudiera primero protegerlo a él, que no se sintiera apartado, que no luchara o sufriera, pero que existiera algo qué yo pudiera hacer por él, quizá de esa forma podría esta vez mostrarle realmente que me preocupaba y que no sentía nada más por él una amistad especial. ¿Podría llegar algún día a su corazón?. ¿Tendrá espacio para mí algún día?.
Entonces, pasaron los días. Hasta que llegó ese momento de la despedida. Nos transmitimos palabras e intenté no ser tan dura con él, pero mostrándole que al igual que él estaba frágil y vulnerable. Mi cabeza tenía tantas palabras apretándose en mi pecho, y mi boca no podía sacar nada. Lo miré a los ojos intentando no llorar, si decía algo mis sentimientos podrían volcarse y le causaría problemas a él, quién no sabía que lo amaba hace mucho intensamente, que ahora mi corazón era donde fuera él, mientras nos separábamos irremediablemente. Antes de que dejara de verme y yo entrara por el Senkaimon que me llevaría a la SS, volví a verlo por última vez y pude ver una sonrisa sincera, pero ojos que poco a poco dejaban de ver más allá de lo evidente y de aquello que siempre pudo ver, también veía conflicto más allá, pero pensé que era meramente porque él perdía una parte importante para él, su lado espiritual.
Cuando lo volvería a ver, aunque recuperé el modo de que regresara su poder Shinigami y eso hizo que sucedieran otra serie de situaciones donde terminó victorioso ante aquellos humanos con habilidades "fullbring", él continuó con sus estudios y siguió avanzando ahora con más tranquilidad pues podía proteger aún a su gente. Después. vino la batalla contra los Quincy's donde tampoco pude decirle más, pues nos acompañaba el Capitán Shinji, no era el momento, podía ver como él tenía cientos de preocupaciones que por primera vez no me transmitió mientras me encontraba recuperándome. Creí en esa situación, que solo yo veía amor donde no existía, o veía momentos especiales entre nosotros, donde no. Entonces, muy apenas ganamos la batalla y pudimos relajarnos nuevamente tanto en la SS y la gente de Karakura con él.
Fue entonces, cuando él cursaba su primer año de Universidad, y de las últimas y pocas veces que pude hablar y tratar con él. Aunque existieron algunos momentos en la Universidad en que logramos salir algunas veces juntos, sólo él y yo... esos momentos desde que llegué a Karakura cuando perdí mis poderes por protegerlo a él y su familia, hasta el último donde lo vi en ese primer año de Universidad y pude ser transparente con él, cuando me desbordé.
No imaginaba que después, fuera a arrepentirme para siempre y que me llevaría a replantearme mis decisiones a lo largo de los años, cuando las cosas se salieron de control.
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Notas de autora:
Hacía mucho que no escribía. Debo decir que tengo unos 14 años sin hacerlo.
Si les agrada un poco, me gustaría leerlos :D.
Hasta el siguiente capítulo :D

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Désolé
RomanceInicia con los pensamientos de ambos, desde sus perspectivas, y posteriormente cómo accionan. Las consecuencias y cómo posiblemente podrían buscar alternativas de encontrar un punto de regreso a los brazos del otro, de algo de lo que nunca fue pero...