Después de un breve momento para despertarse y mirar el techo de la tienda, se levantó y apartó algunos mechones rubios de sus ojos azules. Se sorprendió al despertarse tan temprano durante las vacaciones. Aunque fue inesperado, no lo pensó mucho y salió para encontrarse con un silencio total.
Estaba a punto de correr hacia el arroyo cuando escuchó ruidos detrás de él y luego una voz familiar.
—¿Hijo?
Se quedó quieto junto a la mesa del campamento. Escuchó la voz de su madre murmurando algo a su padre, quien respondió con un sonido desagradable y lo que parecía ser una queja de incomodidad. Después, ella salió y se colocó a su lado, observando.
—¿Necesitas ir al baño? —fue lo primero que le preguntó.
—Estoy bien, mamá —le contestó.
—Ayer no pude preguntarte qué estuviste haciendo —marcó su madre. Él le echó un vistazo con curiosidad—. ¿Quieres decirme?
—Oh —respondió él encogiéndose de hombros—. Estuve jugando cerca del arroyo. Y también...
Fue interrumpido apenas un segundo después cuando su madre volvió su atención hacia el interior de la tienda. Los ruidos indicaban que su padre la estaba llamando con voz molesta.
—¿Querido...? —llamó la mujer, regresando hacia la tienda.
Cuando el chico vio que la entrada se cerraba con fuerza, suspiró aburrido. No necesitaba ser muy astuto para darse cuenta de que sus padres iban a pelear, así que decidió que lo mejor era alejarse.
—¿A dónde crees que vas? —le preguntó su padre con una voz profunda cuando apenas había dado dos pasos.
El chico se volteó y se encontró con una mirada fría y firme. El cabello oscuro de su padre estaba corto y caía a los lados de su rostro, pero mantenía un aire amenazador.
—Quería ir al arroyo —dijo con voz temblorosa. Tragó saliva y se frotó la parte de atrás del cuello mientras respiraba con dificultad—. Solo quería eso.
—¿Vas a seguir huyendo cada vez que discutamos? —dijo su padre con dureza—. Si eres tan valiente como dices, deberías enfrentar las cosas.
—¡Soy valiente! —respondió el chico con desesperación—. Pero siempre peleas con mamá y eso es horrible —añadió, aunque casi sintió que su cuerpo no le dejaba decirlo, sumó—. Eres horrible.
La tensión se sintió pesadamente en el ambiente, y en un instante su padre le propinó una dura bofetada en la mejilla. Su madre corrió preocupada a su lado, mientras él no podía evitar llorar del dolor.
—No le des demasiada importancia a su llanto, está buscando llamar la atención —concluyó su padre, y se dirigió hacia la tienda sin mirar atrás—. Ahora, vamos a desayunar.
El desayuno pasó en un incómodo silencio hasta que el padre del chico murmuró algo sobre ir por más provisiones y se marchó. En ese momento, el chico se levantó de golpe y salió corriendo sin decir una palabra a pesar de los llamados de su madre.
Quizás cruzar el arroyo le ayudaría a dejar atrás el dolor y la tensión que lo abrumaban.
Nota de la autora: A mí el padre de Twilight no me cae bien, para nada.
Ciao.
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Creo que hay algo
FanfictionUn chico de Westalis y una chica de Ostania se conocieron en un campamento y, sin saberlo, plantaron una semilla que, al principio, no parecía tener importancia. Pero, con el tiempo, lo que habían iniciado creció en algo más profundo: una historia q...