Metamorfosis (Alhacén x Cyno) (Kaveh x Tighnari)

El chacal.

Al-Haitham sintió una sensación de cosquilleo en su rostro, una diminuta lengua recorría sus mejillas y nariz, parpadeó un par de veces antes de lograr enfocar al dueño quien resultó ser un diminuto chacal de cola esponjada, pelaje grisáceo y ojos carmín, llevaba un casco idéntico al del mahamatra pero en miniatura, de hecho, podría equivocarse y llamarlo 《Cyno》en un descuido.

────¿Cómo llegaste aquí, pequeño?

Su voz reflejaba la pereza matutina, un concepto que el pequeño animalito parecía no conocer pues saltó sobre el pecho del más alto dándose una vuelta a lo largo de aquel abdomen.

Realmente tenía una gran energía, solo esperaba que no la conservase a mediados de la madrugada, suficiente tenía con el arquitecto ruidoso, pero ¿de dónde había salido? Quizás ¿Cyno lo había adoptado? Dudaba qué fuera tan grosero como para no consultarlo con él, despuésde todo habían comenzado a vivir juntos desde hacía muy poco.

Atrapó al cachorro entre sus manos, levantándole la colita para verificar su sexo.

────Un macho...si vivirás aquí tendremos que esterilizarte.

Un aullido de lástima salió del animal como si pudiese entenderlo, al menos era inteligente...

────¿No te parece? Pues a mi tampoco me gusta que invadan mi cama, te quedarás en la sala hasta que encuentre a tu benefactor.

Aún con el perro en brazos finalmente se levantó, miró el reloj por inercia entendiendo que eran las cinco de la mañana y dejó al chacal sobre la alfombra de la sala.

Cuando volvió por algo de ropa notó que la vestimenta de Cyno seguía en el closet, todo excepto su casco.

────...Curioso.

Sin tomar sus prendas se dirigió a la ducha buscando signos de que esta hubiera sido usada.
Nada.
Estaba completamente seco.

Su siguiente parada fue la cocina a la cual el pequeño animal lo siguió dando largos saltos, al igual que la ducha estaba impecable.

────Él siempre desayuna para evitar comer sus raciones de comida deshidratada...¿qué le pasó?

Por un momento olvidó a su acompañante, de no ser por un tirón que bajó ligeramente el pantalón de su pijama lo habría dejado de lado por completo.

────Lo siento, debes tener hambre...

Apartó dos cuencos para sopa sirviendo agua fresca en uno y las sobras de la cena en otro, debía investigar en la casa de Daena algún manual de cuidados caninos y si era posible algo especializado en chacales, pero su prioridad era encontrar a Cyno.

Con el pequeño atendido pudo darse una ducha y cambiarse, sin embargo, esas tres cosas no dejaban de dar vueltas en su cabeza.

────Sin ducha, comida y en pijama...¿qué era tan importarte como para perturbar su rutina? Soy el gran sabio intendente, si algo de tal magnitud llegase a ocurrir debería ser el primero en informar. No es propio de él actuar de manera impulsiva y mucho menos...

Salir en pijama.
En especial considerando que usaba solo una camisa de Al-Haitam, nada más, nada menos.

────Te quedas a cargo mientras no estoy, pequeño,  si un extraño toca no abras la puerta.

Dijo en broma acariciando el esponjoso pelaje de esa criatura, también podría considerarlo como pista pero no sabía en qué punto del recorrido Cyno lo había traído.