A tu servicio, muerte

Prologo:

Éste es ya mi tercer año con ella, con su cabello enrollado raro, parecido al que ve visto en imágenes viejas de señoras de cabello blanco con lo que, asumo, eran grandes vestidos que cubrían deformidades en la parte inferior del cuerpo, y aunque ella me quiera convencer de que solo eran arreglos raros con cosas de la época para llamar la atención, nunca dejaré ese pensamiento del todo a un lado. Siempre a su lado desde que aquella obscura presencia me cargó en brazos, me acercó a ella, que estaba cubierta en lágrimas que se detuvieron al mirarme, la mirada de incredulidad y asombro fue la primera cosa que vi, el primer rastro de humanidad que presencié en mi existencia, no recuerdo nada previo más que... me sentía triste, pero al verla solo sentí ¿alegría? ¿nostalgia? No sabría ponerlo en palabras simples, la manera en la que no apartó su vista de mi mas que para limpiarse las lágrimas, el abrazo tan fuerte para compensar abrazos futuros que no llegaron. Dolió, pero a su vez se sintió muy bien.

Luego de eso hemos pasado por muchas cosas, y es imposible no comenzar a recordar todo en retrospectiva, sobre todo el día de hoy.

No sé que tiene éste día, que sin importar nada, siempre se queda en silencio y no sale para nada. No puedo evitar pensar en el proceso que me ha dicho que se llama "luto", cuando las personas deciden no hacer mucho y se muestran un poco tristes por el fallecimiento de un ser querido, quizá sea eso, hoy hace tiempo perdió a alguien y no puede evitar recordarlo y ponerse triste.

Los anteriores 2 años no quise hablarle, preferí dejar que siguiera con sus raras costumbres que no termino de entender, pero ya que ahora comprendo más las cosas, quizá sea hora de romper el silencio y comenzar con el plan maestro que llevo meses formulando para el día en que decidiera tomar acción.

-¡Eh! Oye... vamos a salir o algo.

Le dije mientras estaba en la cocina, preparando té. Cuando la tetera estuvo servida, se la llevó a una mesita cerca de un sofá y la seguí repitiendo una segunda vez la misma frase.

-Hoy no tengo ganas, mañana saldremos a buscar algo.

-Pero yo me aburro ahora... Al menos podríamos hablar.

-No sé que podría decirte que no sepas, hacemos todo juntas, dormimos en el mismo cuarto, y si no odiaras mojarte, estoy segura que hasta nos bañaríamos juntas.

Perfecto, ha picado el anzuelo, ahora es el momento, la batalla inicia ahora.

-Bueno... ¿y si hablamos de ti?

-ya te dije que no se me ocurre nada que no sepas de mi- evade la pregunta

Rayos, está dando más pelea de la que esperaba.

-digo, antes de conocernos. Siento que no conozco nada de quien eras antes de conocernos.

-¿por qué la curiosidad ahora? -pregunta extrañada

Oh no, me tiene entre las cuerdas, piensa... ya lo tengo.

-tienes razón, no podemos hablar de nada reciente porque siempre estamos cerca la una de la otra, pero no sé nada de ti de antes de conocernos.

Ahora, debo usar el arma de manipulación ¡ES EL MOMENTO FINAL!

-mira, si no confías en mi... lo entiendo, quizá pido mucho, lamento molestar.

-... tienes razón, vamos a hablar del pasado, espera aquí.

Todo de acuerdo al plan, la victoria es toda mía. Tuve mis dudas, pero todo terminó bien

Cuando regresa, trae entre sus manos un libro¿Qué es eso?