१˖࣪ symphony in the tulip garden | minsung ۪୨୧

Four

Conforme se acercaba la temporada de exámenes finales, MinHo experimentaba cómo la presión iba en aumento, intensificándose día tras día. Consciente de que necesitaba enfocarse en sus estudios y destinar la mayor parte de su tiempo a prepararse para las temidas pruebas, sabía que debía hacer sacrificios.

A pesar de que esto implicaba que no podría ver a JiSung con la misma frecuencia que solía hacerlo, encontró consuelo en el hecho de que el jardín de tulipanes seguiría siendo su lugar especial de encuentro, aquel espacio en el que compartían momentos únicos y mágicos. Allí, rodeados de la exuberante belleza de las flores y la serenidad del entorno, se adentraban en conversaciones profundas, encontrando consuelo mutuo y una dosis de alivio temporal de las tensiones que los agobiaban. Cada encuentro en aquel jardín se convertía en una escapada fugaz, pero inmensamente significativa.

En uno de los últimos encuentros que tuvieron antes de la inminente semana de exámenes, el rubio notó con gran agudeza que el castaño estaba experimentando cierta intranquilidad. No pasó desapercibida para Han la tensión que se reflejaba en el semblante de su amigo y la evidente preocupación que se mostraba en sus ojos.

— ¿Estás bien? — se acercó y le preguntó con una voz suave, cargada de genuina preocupación. Su tono reflejaba claramente su inquietud por la apariencia del chico.

MinHo dejó escapar un suspiro profundo y, en un intento por encontrar algo de alivio, se pasó una mano por su cabello desordenado.

— Sí, estoy bien. Solo estoy experimentando cierto estrés debido a los exámenes finales. Necesito enfocarme intensamente en mis estudios, y eso implica que no podré compartir tanto tiempo contigo en las próximas semanas —.

El músico asintió con comprensión, aunque una parte de él se entristeció al pensar en la perspectiva de pasar menos tiempo junto a su amigo. Sin embargo, era consciente de la importancia de los estudios y comprendía perfectamente la necesidad del castaño de concentrarse plenamente en sus responsabilidades académicas.

— Sung, quiero que sepas que tu amistad significa mucho para mí. Has sido un verdadero rayo de luz en mi vida, especialmente en estos momentos estresantes. Tu compañía y apoyo me han dado fuerzas para seguir adelante — dijo con sinceridad.

Aquellas palabras resonaron en el aire, provocando que un tímido sonrojo se adueñara de las mejillas de Han. En ese instante, su voz se quedó atascada en su garganta, incapaz de encontrar la manera adecuada de responder. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, era plenamente consciente de que los sentimientos que había estado experimentando iban mucho más allá de la simple amistad que compartían.

El vínculo entre ambos trascendía las palabras y se tejía en cada momento compartido, en cada risa compartida y en cada gesto de apoyo mutuo. JiSung se encontraba en un territorio desconocido, explorando los recovecos de su corazón y descubriendo emociones que hasta entonces habían permanecido ocultas.

Aunque luchaba por ocultar sus sentimientos más profundos, no podía evitar verse cautivado por la deslumbrante belleza que adornaba el rostro de Lee. Cada uno de sus rasgos parecía haber sido esculpido con precisión: una nariz recta y bien definida que se entrelazaba armoniosamente con unos labios delgados y perfectamente contorneados.El joven músico, en lo más profundo de su ser, consideraba al castaño verdaderamente bello, tanto por dentro como por fuera.

No obstante, sabía que debía guardar para sí mismo estos pensamientos y sentimientos. El miedo de poner en riesgo la invaluable amistad que habían construido juntos lo atormentaba. Por ello, optó por deleitarse con la compañía de Lee, apreciando en silencio su resplandor desde la distancia, mientras guardaba sus emociones en el rincón más íntimo de su corazón, protegiendo celosamente ese amor no revelado.