ASMR +21 | Yoonkook

PUNTO DE PARTIDA

Min Yeonjun, hijo único en un matrimonio de conveniencia. Su madre se divorció cuando el solo tenía 3 añitos, tras el fracaso económico del negocio familiar de su esposo y que este descubriera que le había estado engañando.

Desde entonces, y tras el segundo matrimonio de su madre, Min Yoongi se había quedado con la custodia completa del pequeño Yeonjun, quién ya apuntaba en ese tiempo a ser un niño sensible, tímido y muy apegado a su padre.

Los años fueron pasando y gracias al sacrificio y trabajo, Yoongi había vuelto a establecerse. Sin embargo, el costo de haber regresado a su vida acomodada, se vio reflejado en que tuvo que acortar mucho su tiempo de calidad con Yeonjun, convirtiéndolo en un preadolescente cohibido, inseguro y miedoso. Y la situación no mejoraba día a día.

A ese punto, Yoongi ya no sabía que hacer para mejorar la vida social de su hijo, tan solo esperaba desocuparse pronto para poder hacer algo, o esperar que fuera solo una fase en su crecimiento. Y parecía serlo cuando meses después empezó a notar que Yeonjun estaba más alegre y relajado, pero realmente desconocía la razón. Y no puso atención por la enorme carga de trabajo que tenía en ese momento.

Su hijo estaba bien, eso era innegable y para Yoongi fue suficiente.

Mientras que en su vida personal todo parecía desmoronarse. Había intentado conocer mujeres, incluso probó las citas a ciegas y las aplicaciones para buscar pareja, también llegó a conocer chicas interesantes, pero nunca iba más allá. A parte de eso, se sentía inseguro y poco atractivo. Lo que hacía que fuera huidizo ante la mínima insinuación o interés.

Y así fue hasta que por culpa de un programa de variedades que vio en internet llegó a mostrar interés en los audios ASMR. Algo que le daba curiosidad por el concepto y -que tras el primer contenido que escuchó- le era agradable y le relajaba. Pero todo cambió cuando en un video recomendado leyó la etiqueta de 'contenido adulto' y dio click redirigiéndole a la descarga de una aplicación.

Ese día, Yoongi no pudo creer que después de tanto tiempo pudiera sentir despertar su deseo sexual.Hecho que no le hubiera asustado - y al contrario- le hubiera emocionado de no ser porque la voz que le excitó fue la de un hombre.