LA ADOLESCENCIA ANTE MIS OJOS

CAPITULO 24

/En la cuarentena comencé a tener muchas dudas sobre mi orientación, aunque realmente desde pequeña tenía a veces gustos hacía niñas o niños, los cuales yo pensaba que era solo admiración o un simple "está muy lindo" o "es demasiado bonita".

Me sentía cofundida, pero esas dudas se fueron cuando comencé a concentrarme en mi misma.

Un año antes de entrar a clases, ya me consideraba orgullosamente Pansexual.

Pansexual para los que no saben, es la orientación que se define como la que no tiene género el amor, simplemente te enamoras de la persona, no de su género, solo te gusta estar con esa persona, te enamoras de esa persona simplemente, y no te interesa si es género fluido, binario, no binario, entre otros más géneros que existen.

Realmente me sentía bien, aunque bueno, me gane varias críticas cuando salí del closet con mis amigos, de eso hablaremos en este capítulo/.
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Entre de nuevo al instituto y como clase extra decidí confección y díseño de prendas, que se define como diseño de prendas y costura.

Me gustaba la idea de hacer varios diseños y poder crearlos, me enseñaron a coser, acomodar una prenda a la perfección de una persona, usar un maniquí para la reparación de una prenda, hacer bastilla, dobladillos a la perfección y cortar sin necesidad de algo que seguir o un molde.

Mi primer día estaba súper nerviosa, aunque me acompañaba Kim, Martha, Sonia y Carina.
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/En ese tiempo la enemistad que tenía con Carina se desapareció y volvimos a ser otra vez las amigas que éramos, aunque Dulce le molestaba eso/.
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Deje mi mochila en el suelo y me senté en un banco junto con mis amigas, nos encontrabamos en una mesa grande y larga de plástico.

El grupo era mixto, así que había tanto hombres como mujeres en el taller.

Vi a lo lejos, en una de las mesas de fondo a un chico trans súper lindo, cabellos corto, ojos cafés claros y piel pálida, me quedé inoptizada al verlo, era hermoso para mí.

Mis amigas se dieron cuánta al ver cómo lo veía con detalle y ponía atención cuando el daba su opinión para algo.

Comencé a tener sentimientos por el, como un cruhs imposible, fue como un flechazo.

Mis amigas me ayudaron a hayar la forma de hablarle, y por fin pude tener una pequeña interacción con el.

—¿Porque entraste a costura Bella?- pregunto Alejandro mientras dibujaba.

Realmente dibujaba muy lindo y me gustaba cada dibujo que hacía, realmente tenía talento el chico.

—Desde pequeña me ha gustado, además que también me dejara algo en el futuro, no se, ¿Ser una exitosa costurera?, Podré tener potencial- sonríe mientras veía como dibujaba un boceto de un vestido.

Estaba tan perdida en el, que las peleas que tenía con Dulce ya ni dolían cuando hablaba con el, cada problema que tenía en la cabeza, me sintiera triste, angustiada o algo parecido, ya no estaba en mi, había desaparecido, y ahora solo estaba enfocada en el, y en poder ser algún día su chica.

En ese momento, nadie sabía que me gustaba Alejandro, a excepción de Sonia, Carina y Martha, de ahí en fuera nadie, nisiquiera Dulce.

No quería decirle a Dulce, sentía que una pelea comenzaría por una extraña razón, es estúpido pensar eso, pero literalmente sacaba cualquier cosa para pelear.
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Paso el tiempo y como Alejandro iba a diferente salón que yo, a veces venía a verme cuando no había ningún maestro en el salón, me alegraba ver qué el también quería estar cerca de mi y sentía que teníamos una conexión.

Marcus y Fernando se dieron cuenta de que Alejandro venía amenuado a verme y que las miradas que teníamos entre los dos eran notables.

Una noche que vinieron a dejarme a mi casa, en el camino me hicieron la pregunta que más me esperaba.

—Y ese chico Bella, ¿Porque viene seguido hablar contigo?, Se ve que le interesas y bastante- habla Marcus con una sonrisa coqueta —Al parecer te estás enamorando- alarga la "o" al último y saca una risa pequeña.

—¿No era una chica?- cuestiona Fernando estúpidamente. Yo lo volteo a ver un poco molesta y le pegó en el brazo —¿Dije algo malo?- cuestiona de nuevo el pelinegro.

Yo ladeó la cabeza y suelto aire, Alejandro era un chido trans que ya había salido del famoso "closet", así que no tenía en problemas en decir su género.

Suspiré y volteo a ver a mis dos mejores amigos —Alejandro en un chico trans, ¿Entienden?- Marcus asiente entendiendo a la perfección, pero Fernando niega confundido —Nacio siendo una chica femenina, pero el se considera un chico, el cual, si lo es, es un chico- explique hacia el, al parecer Nando entendí y asintió —Y desde que lo ví... Creo que me gustó...- confieso bajando la cabeza -Ademas desde hace un año... Me considere Pansexual- subo la cabeza encontrandome con los chicos, tenían la expresión de sorpresa y también de que no entendía bien —Osea me gusta la persona, no su orientación o su genero- explico a los dos soltando un suspiro, sentía nervios, pensé que no me aceptarian, cuando derepente siento un cálido abrazo de los dos.
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Un mes más tarde ya no era un secreto en la escuela que era pansexual, dentro de ella era pansexual, era libre, fuera de ella era hetero, encerrada en una jaula de metal puro sin poder decir libremente lo que era en realidad.

Pensé que todo iría bien, cuando Andrew, un compañero de mi salón, comenzó a molestarme con mi orientación, decía cosas opsenas, me juzgaba y me humillaba enfrente de los demás alumnos del salón.

Un día me cansé y explote.

—¡Ahí viene la machorra!, ¿Te gusta la chica que se cree niño del salón 47 verdad?- el patético de Andrew comenzaba su rutina de siempre, molestandome y diciendo comentarios transfobicos hacia Alejandro.

—¡Vete a besar con la morra del 47 Bella!, Al cabo nunca te llenará como una polla lo puede hacer- se ríe al decir lo último.

Me encontraba caminando sola por la escuela ya que me gustaba pasar tiempo conmigo misma, cuando derepente veo que se acerca Andrew junto con su grupo de amigos, los cuales también me abucheaban.

Me dirigí hacia el y con una sonrisa le di un puñetazo en la cara —Tu no eres más hombre por tener un maldito pito, me da asco que haiga hombres como tú, es un horror ver cómo desgracias cada vez su especie, pero ni me debo de sorprender, cualquier machista transfobico es una mierda- le dije llena de rabia y satisfacción al ver cómo se tocaba débilmente el labio partido —Idiota- musite lo último antes de irme a las bancas que se encontraban en el patio principal.

Ahí estaban mis amigas platicando y comiendo, les conté todo lo que había pasado y las cosas asquerosas que dijo Andrew sobre Alejandro.
...

Escritora Ale Eli ✨.

*Historia 100% original*

(Gracias por leer 💗✨).