La lluvia descendía del cielo, diminuta y chispeante sobre la tela de sus ropas y posándose sobre sus cabellos, humedeciendo todo el espacio.
Nayeon la admiró con intensas ganas de abrazarla, de sentirse cubierta por sus fuertes brazos y llorar en su pecho hasta saberse libre, sensación que solo sentía cada vez que se encontraba rodeada de su calidez, de su esencia a cacao tan amable, que le generaba tanta calma. La alfa se había vuelto indispensable para ella, tanto que le generó temor no reconocer la raíz de todos esos sentimientos que la subyugaban.
Jeongyeon la miró con gran preocupación, una vez sostuvo la cargada lágrima que, segundos antes, bordeó su naríz y alcanzó el nacimiento de sus labios. No podían apartar la mirada, estudiando el enigma que las encandilaba y las involucraba a ambas en esos sentimientos que no quisieron exponer, inexorablemente.
La menor quiso poder arrancar todo el dolor que sumergía allí, en el descolorido color en sus ojos y temiendo que pudiera haber provocado el mismo en su interior. Ese momento que se había sentido eterno se acabó a causa del estruendo de un trueno que anticipaba la tormenta. Nayeon apartó el rostro para limpiarse las lágrimas, regresando en tiempo y espacio.
—No imaginé jamás encontrarla aquí... —Admitió, intentando entender porque, de todos los lugares de la ciudad, se la tenía que encontrar en un lugar tan público y en ese momento tan inoportuno en el que no podía arrojarse en sus brazos.
—Vine a retirar a mi hija, Ryujin. —Dijo como si fuera obvio. Nayeon recordó que le había comentado de sus hijas la primera noche que estuvieron juntas.
—Claro, discúlpeme, estoy un poco dispersa. —Y como para no estarlo, cuando todo lo que estaba atormentando su vida, era agobiante y parecía nunca acabarse.
Jeongyeon la analizó de reojo intentando tener una distancia prudente para no presionarla, aunque en su interior deseaba apropiarse de ella, estrecharla contra su cuerpo y besarla hasta dejarla sin aliento. Debía dejar de anhelar el deseo en su mirada o acabaría haciendo una locura allí mismo, tan solo por recurrir a saciar esa sed que sentía su alfa por esa omega.
—¿Se encuentra bien? —Preguntó, evitando mencionar lo ocurrido la noche anterior en la extensión de la palabra "noche" la cual no había sido tan larga como los anteriores momentos que habían compartido, pero que no le quitaba lo memorable.
Por más que quisiera, no podía evitar sentirse agobiada ante la sola idea de que ella tomara sus estúpidas palabras con tal seriedad y quisiera apartarse de su lado definitivamente. Más aún, cuando su cabello bailaba con la brisa haciéndole llegar ese aroma que tanto la enloquecía, y a su loba, y esa sensualidad que ella desprendía de todo su ser, sintió su pulso alterarse solo de sentirla tan cerca. La omega suspiró y le preocupó ver como le rehuía a su mirada. La intensa conexión que había entre ellas casi que se podía tocar con las manos.
—Si Jeongyeon, ¿porqué no iba a estarlo? —Musitó con poco entusiasmo y Jeongyeon frunció el entrecejo. Ella se veía muy extraña, y sabía que no había sido la mejor noche, pero presentía ver algo más en su actitud, estaba ocultando sentimientos muy profundos.
—Si no quiere que la bese aquí, en frente de todas estas personas y que provoquemos un escándalo, le voy a suplicar que me diga lo que le sucede. —Habló junto. Tanto que Nayeon pudo sentir su calor pegando casi en su espalda.
La omega cerró los ojos por un instante suplicándose a sí misma no perder el control ante esa hipnosis en la que se sumergía por su causa y que le hacía temblar hasta las manos.
—Mi hija tiene problemas de comportamiento, señorita Yoo, y me tiene un poco preocupada, eso es todo. —Comentó y aunque no mentía, había mucho más que decir y Jeongyeon supo verlo cuando ella la miró a los ojos, al fin. Se vió obligada a pestañear, una vez estuvo ligada a esa mirada tan demostrativa. Nayeon contuvo el aire por un momento.
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𝑨𝒑𝒑𝒓𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒆 🥀 [2Yeon] G!p
أدب الهواة"¿Porqué?" Se preguntó en su interior cuando pensaba en seguir los pasos de su alfa y sentir la adrenalina que aquello generaba, "Porque es lo que él me estuvo enseñando, yo solo soy su aprendíz..." se respondió buscando algún alivio, no quería sent...